Este título es otorgado a los no judíos y extranjeros que arriesgaron sus vidas para salvar a los judíos del exterminio a manos de los nazis.
El Cardenal Tisserant fue un gran estudioso de Teología y Sagradas Escrituras. Fue proprefecto de la Biblioteca Vaticana, secretario de la Congregación para las Iglesias Orientales y archivista y bibliotecario de la Santa Iglesia Romana.
Fue creado cardenal por el Papa Pío XII en 1936. Fue decano del Sacro Colegio Cardenalicio entre 1951 y 1972. Fue también miembro del consejo de presidencia del Concilio Vaticano II.
En la explicación sobre por qué ha sido reconocido como “Justo entre las Naciones”, el Yad Vashem recuerda que el Cardenal francés “inició su alianza con el pueblo judío en la víspera de la Segunda Guerra Mundial. En 1939, a causa de las leyes raciales emanadas en Italia, Guido Mendes fue dispensado de su encargo de director de un hospital judío en Roma”.
“Tisserant confirió entonces a Mendes una medalla de honor de la Congregación de las Iglesias Orientales, en claro desafío al gobierno. Luego trabajó para obtener la certificación de inmigración para la familia Mendes”, agrega.
El Purpurado francés también ayudó al rabino Nathan Cassuto, al profesor Giorgio Levi Della Vida y al profesor Aron Friedman.
Durante la guerra escondió en sus habitaciones privadas a Cesare Verona y a la familia Letzt. El Cardenal también salvó a Miron Lerner, dándole refugio en la iglesia de San Luis de los Franceses, junto al rector, Mons. André Bouquin.
El nombre del Cardenal Tisserant se agrega así a los de otros siete cardenales de la Santa Iglesia Romana que han sido reconocidos como justos entre las naciones. Estos son Pietro Boetto, Elia Dalla Costa, Vincenzo Fagiolo, Pietro Palazzini, Pierre Marie Gerlier, Jules-Géraud Saliège y Joseph Hoffner.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI Stampa
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