Caritas Santiago y la Fundación Las Rosas renuevan un compromiso de amor hacia los más débiles

Para agradecer los frutos y renovar el compromiso asumido hace exactamente tres años, la Cruzada del Servicio Voluntario Caritas Santiago y los residentes de Fundación Las Rosas celebraron una Eucaristía en el hogar Nº21 San Carlos.

La Santa Misa fue presidida por el director de Caritas Santiago y Vicario de la Pastoral Social y los trabajadores, P. Andrés Moro quien en conjunto con el Capellán de Fundación Las Rosas, P. Andrés Ariztía dirigieron palabras de agradecimiento y ánimo a los voluntarios de hospitales, acción social y oración.

Las palabras del padre Andrés Moro, animaron a los presentes a continuar su misión entregando lo que mejor saben hacer. “Quien tiene amor, tiene que entregar amor. Quien tiene para recibir, tiene también para dar. Y quien tiene que dar si no entrega ese amor, por hermoso que sea, se pudre. Por eso, no podemos dejar de dar las gracias porque aquí hay tanta gente que nos quiere abrazar, nos quiere agradecer, nos quiere ayudar. Porque tenemos mucho para dar pero, si no lo entregamos terminamos pudriéndonos”, comentó el Vicario.

El capellán también se sumó a los agradecimientos. “Estamos muy agradecidos de la labor que realizan ustedes. Porque a nosotros nos cuesta tanto llegar a los hospitales y ustedes pueden entregar afecto, comprensión, amistad, maternidad y fraternidad, tan necesaria para el buen y pronto regreso de los residentes a los hogares”, enfatizó el Padre Ariztía.

Este signo compromete y da continuidad a la alianza de colaboración y cooperación mutua entre ambas instituciones. El trabajo conjunto ya cuenta con más de 150 residentes visitados y acompañados en hospitales, la colaboración en la colecta anual de Fundación Las Rosas y 8 voluntarias de acción social, que apoyan semanalmente en la alimentación de los adultos mayores en el hogar San Carlos.

“Para mí este voluntariado significa un don, un gozo pero también una tarea. Es un don regalado por el Señor y un gozo porque puedo servir no sólo a mis pares sino que también a los que me rodean. Y es un tarea porque yo tengo que llenarme de Dios para poder entregar, si no paso a ser una campana de palo”, explicó Carmen Pozo, encargada del programa Cruzada de Servicio Voluntario.

Fuente: Área Voluntariado Fundación Las Rosas

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