Por Gilberto Hernández García |
Este domingo el Papa Francisco participó en la clausura del VI Congreso Mundial de Scholas ocurrentes, una organización internacional de Derecho Pontificio aprobada y erigida por él mismo el año 2013, cuyo objetivo es fomentar la integración social de los jóvenes y la cultura del encuentro y la paz a partir de una red de escuelas en todo el mundo.
Francisco subrayó que para construir un mundo mejor es preciso que cada persona sea reconocida en su identidad, pero la identidad no se da si no hay pertenencia: “Procurad dar pertenencia” porque “una persona sin identidad no tiene futuro”; por eso “es urgente ofrecer pertenencias de cualquier tipo, pero que se sientan pertenecientes a un grupo, a una familia, a una organización, a algo, y eso le va a dar identidad”. Y valoró el poder los símbolos: por medio del lenguaje de los gestos, “que a veces es una palmada, una sonrisa… Una sonrisa que da esperanza, mirar a los ojos, gestos de aprobación o de paciencia, de tolerancia”.
El Papa también urgió a “dejar las agresiones, el bulismo, el bulling es una agresión que esconde una profunda crueldad y el mundo es cruel. El mundo es cruel. Y las guerras son un monumento de crueldad… Para construir un mundo nuevo, un mundo mejor hay que desterrar todo tipo de crueldad. Y la guerra es una crueldad. Pero este tipo de guerra más crueldad todavía porque se ensaña con un inocente”.
El diálogo es un puente
“Después el escuchar a otro, la capacidad de escuchar, no discutir enseguida, preguntar, y eso es el diálogo, y el diálogo es un puente. El diálogo es un puente. No tenerle miedo al diálogo… Se trata de juntamente ir poniendo las propuestas para avanzar juntos. En el diálogo todos ganan, nadie pierde. En la discusión hay uno que gana y otro que pierde o pierden los dos. El diálogo es mansedumbre, es capacidad de escucha, es ponerse en el lugar del otro, es tender puentes”. Y abundó diciendo que “nuestro mundo necesita de bajar el nivel de agresión. Necesita de ternura. Necesita de mansedumbre, necesita de escuchar, necesita de caminar juntos. Esto se está dando hoy, porque faltan todas esas actitudes que yo dije”.
Durante el citado congreso también tuvo lugar el Seminario Cátedras Scholas “Entre la universidad y la escuela. Un muro o un puente”, donde se debatió acerca del pensamiento educativo del Papa Francisco y su concreción en la propuesta de Scholas, a la vez que se presentaron diversos proyectos de la plataforma Scholas Social.
Los directivos de esta organización, que vincula a más de 400 mil instituciones en todo el mundo, señalaron que durante el encuentro se reflexionó sobre la importancia del compromiso de las universidades con las cátedras Scholas y se firmó un documento que se le ha sido presentado al Papa en la clausura del Congreso. Igualmente se informó que se realizó el primer Scholas Ciudadanía Global que trabaja con estudiantes de secundaria de los cinco continentes, quienes elaboran propuestas y soluciones concretas al problema de la captación de los jóvenes en el terrorismo internacional y el protagonismo juvenil en el cuidado de la casa común.
Favorecer la educación de los excluidos
Las Scholas Ocurrentes es una red mundial de escuelas creada a partir de un programa de escuelas vecinales impulsado en Buenos Aires por su entonces arzobispo, Jorge Bergoglio, que luego se convirtió en una fundación de derecho pontificio, un rango que implica el apoyo de la Santa Sede.
Cuando el Papa Francisco dio su aprobación, el 15 de agosto de 2013, señaló que la organización “después de haberse extendido a más de 70 países, en los cinco continentes, hoy sigue expandiendo su benéfica acción”; y reconoció su aporte en la educación integral de los jóvenes, “a través de la integración de sus comunidades educativas, ofreciendo una especial atención a aquellas de menores recursos, para que dispongan de lo necesario y desarrollen su proyecto vital, de acuerdo con sus cultura, sus convicciones y con los valores universales trascendentales”.
La organización vincula la tecnología con el arte y el deporte para fomentar la integración social y la cultura del encuentro por la paz. Está presente en 82 países a través de su red que integra a más de 400.000 escuelas y redes educativas. Actualmente tiene sedes en la Ciudad del Vaticano, Argentina, España, Paraguay y Mozambique. Trabaja con todo tipo de escuelas, tanto públicas como privadas y de todas las confesiones religiosas.
Entre sus principales fines está el de promover una sociedad inclusiva en la que todos dispongan de lo necesario para desarrollar su proyecto de vida acorde con su cultura y convicciones, sin dejar de ser diverso pero abiertos al encuentro con los demás. Para eso concibe a la educación como camino para que cada uno ponga en juego lo mejor de sí; a la vez que promueve la participación de los alumnos en los asuntos relacionados con la política, entendiendo la misma como búsqueda del bien común; así como la formación de la conciencia ambiental.
Datos duros
Según cifras de la UNESCO, en el planeta hay más de 61 millones de niños que aún no van a la escuela y 250 millones no están adquiriendo los conocimientos básicos. Estos datos duros son lo que, sin lugar a dudas, ha llevado al Papa Francisco a alentar este proyecto.
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