Vasta y breve producción
El tiempo de calores se acompaña con frutas suculentas, como las pitayas. Y hablando de éstas, se mantiene un reto pendiente para configurar una cadena productiva, con el fin de darle amplios usos a una planta cuya fruta sólo se produce, formalmente, en dos meses del año.
Dicho clúster productivo supone utilizar la fruta y sus derivados en la panificación, mermeladas, bebidas alcohólicas (ponche, rompope) y en la industria cosmética, por señalar algunos usos.
La Empresa Fulcaneli, según el testimonio de sus socios Lourdes Martínez y Gabriel Cisneros, ha logrado utilizar los compuestos conocidos como betalaínas, que se utilizan en colorantes y sustancias para champúes, jabones, geles de baño, cremas y mascarillas que han empezado a distribuirse en salones y clínicas de belleza.
Hicieron notar que tanto la pulpa como su cáscara son fuente de sustancias que pueden aprovecharse en el ámbito de la estética corporal, por lo que esta vertiente puede aportar el fortalecimiento de una cadena productiva en torno a la pitaya, para que no dependa solamente de la venta de la fruta en su estado fresco.
Lourdes Martínez refirió que cada variedad de pitaya posee propiedades específicas, lo que en algunos casos tiene relación con su color. Dijo que en las cremas los colores rosados y morados son los más apropiados; mientras que las rojas son para los champúes capilares.
Por su parte, Gabriel Cisneros trajo a colación que las tunas cardonas (las que tienen menos semillas y no tan dulces) son también una fuente de materia prima muy valiosa para los mismos fines.
Los dos resaltaron que en un momento en que se revaloran los productos naturales, la pitaya tiene mucho que aportar, tanto para la parte alimentaria como en lo relacionado con los cosméticos.
MÁS FRUTA EN ESTA TEMPORADA
Debido a que en esta ocasión no hubo heladas muy agresivas en el período invernal, se espera un aumento del 30 por ciento en la oferta de pitayas, sobre todo de las huertas de Techaluta y Amacueca, Municipios del Sur de Jalisco donde se concentra la mayoría de plantaciones tecnificadas de esta cactácea.
Así lo informó el Prestador de Servicios Profesionales (PSP) de la Secretraría de Desarrollo Rural (SEDER), Ricardo Navarro Hernández, quien precisó que será para fines de mayo y principios de junio cuando se obtenga la producción pico de la temporada pitayera, dado que al momento existe un retraso de dos semanas en la floración de las plantas.
También destacó que actualmente la Plazuela de las Nueve Esquinas es el lugar que concentra la mayoría de ventas directas al público de esta fruta, debido a una tradición que ha perdurado por varias décadas por parte de los comerciantes, que han hecho de este sitio el lugar más conocido en la exhibición de las pitayas (aunque también ha cobrado bastante auge la serie de puestos en el camellón frente al Parque Zoológico Villa Fantasía, de Zapopan).
Resaltó que el hecho de que 60 por ciento del comercio de las pitayas se concentre en la mencionada Plazuela del Centro Histórico tapatío, plantea un reto para posicionar esta fruta en otros lugares de la Zona Metropolitana y de otros sitios dentro y fuera de la Entidad, como ya se ha hecho en Zapopan y la Colonia Independencia.
EL DATO
Una hectárea de pitayas con plantas longevas (25 años) puede concentrar 700 brazos (es la parte del pitayo que da la fruta) y generar un producción de 60 mil frutos, cada uno con un peso promedio de 100 gramos.
En Techaluta y Amacueca se manejan 800 hectáreas de predios cultivados con pitayas.
Otros Municipios relevantes son: Zacoalco de Torres, Teocuitatlán de Corona, Sayula, Zapotitlán de Vadillo, Autlán de Navarro, Unión de Tula y Tolimán, entre otros.
SEDER ha impulsado un trabajo de asesoría agronómica y comercial para las pitayas.
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