, 25 Nov. 21 (ACI Prensa).- El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Aurelio Poli, anunció el inició la etapa diocesana del P. José Mario Pantaleo, sacerdote que dedicó su vida al desarrollo humano y social de la localidad de González Catán.
En la ceremonia realizada el 23 de noviembre, el Cardenal Poli dio lectura al decreto que nombra a los miembros del tribunal que se encargará de establecer si, el ahora llamado siervo de Dios, vivió las virtudes cristianas en grado heroico, así como su fama de santidad.
De esa manera juraron el P. Luis Carballo, como juez instructor; el P. Favero como promotor de justicia; la Hna. Isabel Fernández y Hna. Inés Franck, como notarias, junto con el postulador, P. Daniel Medina.
En la ceremonia también participaron el Obispo de Gregorio de Laferrere, Mons. Jorge Torres Carbonell; el Canciller del Arzobispado de Buenos Aires, Mons. Fernando Risotto; y la presidenta de la Comisión de Santos del Arzobispado, Hna. Isabel Fernández.
También estuvieron presentes Carlos Garabello, presidente de la Fundación Mario Pantaleo; y Hermi Amilibia y Granson, presidenta de la Asociación Canónica de Fieles Presbítero Mario Pantaleo a cargo de la solicitud de canonización.
En septiembre de 2020, la Congregación para las Causas de los Santos dio el nihil obstat, es decir que no encuentra obstáculos, para dar apertura a la causa de canonización del Siervo de Dios P. José Mario Pantaleo.
La postulación fue realizada por el P. Medina en representación de la asociación de fieles.
Con el apoyo y asistencia de la “Obra del Padre Mario”, la asociación de fieles realizó la investigación previa y recopiló más de diez volúmenes de documentos y testimonios que evidencian la fama de santidad y vida ejemplar, dedicada a Dios y de ayuda a la comunidad del sacerdote.
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Vida y obra del P. José Mario PantaleoGiuseppe Mario Pantaleo nació en Pistoia (Italia) el 1 de agosto de 1915.
En 1924 él y su familia emprenden un viaje a Argentina, buscando un futuro mejor. Llegan a Buenos Aires el 28 de enero y se dirigen a la ciudad de Córdoba.
Tras intentar emprender en esas tierras, la familia decidió volver a Italia en 1931. Un año después Mario ingresa al seminario diocesano de Arezzo. Durante su formación conoció al Padre Pío.
Fue ordenado sacerdote y su primera Misa fue celebrada el 8 de diciembre de 1944 en Pomarico, donde estaba radicada su familia.
El P. Pantaleo decidió volver en julio de 1948 a Argentina. Fue destinado a la iglesia de San Pedro en Casilda, provincia de Santa Fe; luego a Rosario, a la parroquia Nuestra Señora de la Guardia; y luego como capellán del Hospital Ferroviario; entre otras labores.
En 1958 el P. Pantaleo pidió traslado a la ciudad de Buenos Aires. Allí fue sacerdote y capellán.
Pronto comenzó a conocerse su capacidad para diagnosticar y aliviar el sufrimiento físico y psicológico de las personas. A todos los recibía por igual, consolando, dando contención espiritual y en muchos casos llevando alivio a sus pesares.
El P. Pantaleo decía: “Yo soy la guitarra; el guitarrero está arriba, y es Él quien verdaderamente hace todo”.
A fines de 1960, con la ayuda de bienhechores, comenzó la construcción de la capilla Cristo Caminante en la localidad de González Catán, provincia de Buenos Aires. El 13 de octubre de 1975 se entronizó la imagen de Cristo Caminante y se erigió la capilla el 8 de diciembre de ese año.
Con el impulso del P. Pantaleo, entre 1976 y 1992, se pusieron en marcha gran parte de las obras actuales como jardines infantiles, escuelas de distintos niveles, policonsultorios, escuelas para personas con discapacidad, un centro de atención para adultos mayores y el polideportivo.
En 1978 se creó la Fundación Presbítero José Mario Pantaleo y en 1985, la Fundación Nuestra Señora del Hogar.
La salud del P. Mario comenzó a debilitarse pero nunca frenó su misión y el acompañamiento a las personas. Vivía jornadas extensas y continuaba recibiendo a las personas que pedían su ayuda.
El P. Mario Pantaleo falleció a los 77 años de edad en la Clínica de la Trinidad en la ciudad de Buenos Aires el 19 de agosto de 1992.
Más de 15 mil personas fueron a despedirlo y a acompañar sus restos a la casa donde vivió en González Catán.
La obra siguió creciendo. Se incorporaron nuevos proyectos como la formación en arte y oficios, formación universitaria, programa de vejez activa, educación no formal, entre otros.
Además, nuevos bienhechores se suman cada día para continuar con la misión de la obra de “promover el desarrollo humano en González Catán a través de un modelo de redistribución solidaria, gestión de excelencia y calidad en los servicios”.
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