La entrevista está firmada por sor Bernadette M. Reis, una religiosa estadounidense hija de San Pablo con un grado en Literatura en español e inglés, que ha pasado algunos años investigando “varios temas de mujeres”, y se titula “El Cardenal Mahony alienta a los obispos de EEUU a tomar el ‘camino del diálogo constructivo’”; pero es en realidad una fuerte crítica a sus hermanos obispos a quienes culpa por no tener la actitud del “diálogo constructivo”.
“Si realmente hubiese habido un diálogo honesto entre nosotros y si hubiésemos entendido las posiciones del otro para luego actuar como comunión de obispos con nuestra unidad, podríamos haber encontrado un camino adelante. Creo que habríamos decidido que no necesitamos este documento”, dice en la entrevista el Cardenal de 85 años.
“Creo que el documento que tenemos va a ser aprobado justo cuando llegamos a las fiestas de fin de año. Nadie lo va a leer, no es algo que se pueda poner en forma de panfleto de documento de enseñanza. Nunca tendrá ningún impacto porque, justo después de las fiestas, vamos a entrar en el renacimiento eucarístico, que es lo que deberíamos estar haciendo en primer lugar”.
El Cardenal Mahony asegura además que no es posible exigirles a los políticos católicos que sean coherentes con su fe católica. “En primer lugar, somos una república democrática. El camino de nuestro país es el de la separación entre Iglesia y Estado. Así, es una posición muy difícil para los políticos católicos, que son presionados por algunos en la Iglesia para tomar todas sus decisiones basados en la Doctrina Social de la Iglesia”.
En la entrevista el Cardenal también alabó la carta de 60 demócratas católicos proaborto de junio de este año, en la que piden el derecho de recibir la Comunión pese a su oposición a una enseñanza católica esencial.
La carta tenía como líder a la representante por Connecticut Rosa DeLauro, quien ha apoyado el financiamiento del aborto con impuestos y que ha sido una férrea defensora de la “Ley de protección de la salud de las mujeres”, que fue aprobada por la Cámara de Representantes con los votos de los firmantes de la carta.
La ley, que languidece en el Senado, eliminaría algunas de las limitaciones del aborto en Estados Unidos.
La carta de los demócratas fue criticada por varios obispos y líderes católicos. “Estamos dispuestos a acercarnos. Pero si proteger la vida de un bebé que lucha por respirar, después de sobrevivir a un brutal ataque, es un puente demasiado lejano para los políticos a favor del aborto, entonces pregunto de nuevo, ¿sobre qué estamos dialogando?”, escribió Mons. Robert Barron, Obispo Auxiliar de Los Ángeles.
Por su parte, Mons. Samuel Aquila, Arzobispo de Denver, dijo que “en vez de aceptar su propia responsabilidad para entender y seguir la enseñanza de la Iglesia, estos políticos son quienes están ‘usando como arma la Eucaristía’ al insistir que están bien, pese a que públicamente cometen pecados graves y siguen recibiendo la Comunión”.
Sin embargo, en la entrevista con el medio oficial de noticias del Vaticano, el Cardenal Mahony afirma que estuvo “fascinado” con la carta de los demócratas.
“La leí dos o tres veces y dije: ‘¡Esto somos nosotros! ¡Esta es la Iglesia!’. Ellos quieren colaborar con nosotros de muchas formas y han dado una lista completa de maneras en las que se puede hacer, comenzando por reducir todo lo que sea posible la necesidad del aborto y la ocurrencia del aborto. Cuando la leí, dije, ‘este es el camino hacia el diálogo constructivo. Nos quieren ayudar en su regla para hacer lo que queremos hacer. ¡Y es genial!’. Y así, esto suscitó que quiera yo hacer una declaración abierta a mis hermanos obispos porque nadie ha escuchado esto y es precisamente el diálogo constructivo en el que insiste el Papa Francisco”.
Pese al titular de la entrevista, el Cardenal Mahony no hace un llamado al “diálogo” con sus hermanos obispos. En vez de eso la termina diciendo: “Para ser honesto con usted, no veo que vaya a pasar nada con este documento o en la próxima semana en Washington, D.C., que genere esta unidad. Creo que eso es lo que va a pasar si aprobamos esto. Espero que aceptemos el ofrecimiento de los miembros católicos del Congreso y sigamos adelante con ellos luego de las fiestas, con este nuevo renacimiento eucarístico. Y esos elementos traerán la unidad y comunión que tanto queremos”.
El Cardenal Mahony no tiene un buen récord sobre temas relacionados a la Eucaristía. En septiembre de 1997, el entonces Arzobispo de Los Ángeles publicó una carta pastoral titulada “Reunirse fielmente juntos: Una guía para la Misa del domingo, carta pastoral sobre la liturgia”.
El documento de 31 páginas en inglés inmediatamente generó controversia en Estados Unidos, básicamente por su lenguaje confuso y su incapacidad de transmitir un mensaje claro respecto al papel del pueblo de Dios, el celebrante y la presencia real de Jesús en la Eucaristía.
La carta suscitó un ida y vuelta de defensas y críticas del Cardenal Mahony en medios católicos. El siervo de Dios, P. John Hardon SJ, resumió el núcleo de la carta pastoral escribiendo:
“De hecho el foco central de la carta pastoral está en el cuerpo de Cristo, pero en el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia. Proféticamente el fallecido Papa Pío XII anticipó los malentendidos al asociar, hasta el punto de identificarlos, a la Santa Eucaristía con el Cuerpo Místico de Cristo. Dada la extensión de ‘Reunirse fielmente juntos’ es imposible dar aquí un análisis completo de su orientación teológica. Sin embargo, se puede decir una cosa: esta carta pastoral es confusa”.
Al llegar a la edad de retiro de 75 años en 2011, el Cardenal Mahony renunció y fue reemplazado por el primer hispano en convertirse en Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, que es actualmente el presidente del Episcopado estadounidense (USCCB).
En 1988 el Cardenal Mahony adoptó una política de tolerancia cero ante el abuso sexual y se convirtió, temporalmente, en un héroe para las víctimas de abuso cuando hizo que una docena de sacerdotes del sur de California dejaran la Iglesia debido a los abusos sexuales, cumpliendo con las promesas de la Iglesia en un acuerdo de 2001.
Sin embargo, una investigación publicada por Los Angeles Times, que siempre trató al Cardenal con particular deferencia, reveló que el exlíder de la Arquidiócesis de Los Ángeles y su entonces vicario para el clero sistemáticamente conspiraron para encubrir ante las fuerzas de la ley el abuso sexual cometido por sacerdotes contra niños.
De acuerdo a la investigación, “en memos escritos a Mahony en 1986 y 1987 que contenían información personal de 14 sacerdotes y que fueron presentados este mes como evidencia en un juicio, su jefe de consejeros legales en casos de abusos sexuales proponía estrategias para evitar que la policía investigara a tres sacerdotes que habían admitido ante oficiales de la Iglesia haber molestado a jóvenes”.
Como consecuencia del escándalo y de las protestas masivas en la St. Charles Borromeo Catholic Church en North Hollywood, donde residía el Cardenal, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, lo relevó de los deberes que tenía hasta entonces.
“Hoy necesitamos reconocer esa terrible falla. Necesitamos rezar por todos los que han sido heridos por miembros de la Iglesia”, dijo el Arzobispo en una declaración el 31 de enero de 2013.
“Y necesitamos seguir apoyando el largo y doloroso proceso de sanación de sus heridas y restaurar la confianza que fue rota”. El Arzobispo Gomez resaltó que “con efecto inmediato he informado al Cardenal Mahony”, que sirvió a la Arquidiócesis entre 1985 y 2011, “que ya no tendrá ningún deber administrativo ni público”.
“La conducta descrita en estos archivos (publicados por LA Times) es terriblemente triste y mala. No hay excusa, ninguna explicación para lo que les pasó a estos menores. Los sacerdotes involucrados tenían el deber de ser sus padres espirituales y fallaron”.
“Leer estos archivos, reflexionar en las heridas que fueron causadas, ha sido la experiencia más triste que he tenido desde que me convertí en su Arzobispo en 2011”, escribió Mons. Gomez.
La reputación de tener un papel principal en el encubrimiento de abusos sexuales contra menores ha seguido al Cardenal Mahony desde entonces.
En 2013, un grupo de católicos de Los Ángeles reunió miles de firmas pidiendo que el Cardenal Mahony no participe en el cónclave que eligió al Papa Francisco. El Cardenal Mahony finalmente participó en la elección.
En febrero de 2018 el Papa Francisco nombró al Cardenal Mahony como su enviado especial para las celebraciones por el 150 aniversario de la Diócesis de Scranton en el estado de Pensilvania. La protesta local contra su visita forzó a que el Purpurado cancelara su participación.
En agosto del mismo año, el Cardenal Mahony también se vio obligado a retirarse como orador principal en una cena anual de recaudación de fondos en Utah, luego de que cientos de católicos locales protestaron por su presencia.
Entre los deberes públicos de los que el Cardenal Mahony debe abstenerse están las entrevistas, como la publicada por Vatican News.
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