El desfile se realizó en el centro de la capital mexicana con la participación de miles de personas, muchas disfrazadas; en un evento que se retomó tras ser suspendido en 2020 a causa de la pandemia del coronavirus.
Maquillados como calaveras o personajes de terror, muchos con trajes coloridos con flores o accesorios que hacían alusión a la muerte, mexicanos y turistas llenaron varias avenidas durante el desfile.
“En estos días seguramente has visto muchas máscaras como esta (de calavera), decenas, centenas, miles, has visto desfiles, incluso donde ha parecido que desfilaba la muerte, pero en realidad si pones atención, detrás de cada máscara había un vivo”, afirma el P. Aguilar al inicio de su video.
“El que creó las máscaras es un vivo, los que participaron en el desfile son personas vivas, de tal manera que son los vivos los que le dan vida a estos elementos. Un esqueleto, una máscara no tienen movimiento ni fuerza en sí mismos, ni la muerte tiene ningún poder”, precisó el sacerdote.
“La muerte simplemente es una limitación. Por eso, cuando llegue el momento en que morimos y nos convertimos en un cadáver o en polvo, no es la muerte la que nos va a dar vida. La muerte, recuerda, es una limitación”.
El P. Aguilar señaló que “cuando llegue nuestro momento final, Dios, el único autor y Señor de la vida, hará que de la muerte nosotros tengamos vida”.
“Así que no te confundas. Por esta razón nosotros no damos culto a la muerte, a la limitación, sino tratamos de vivir el amor que es lo que verdaderamente da vida”, subrayó.
Aunque no la mencionó, en México existe una falsa devoción llamada "Santa Muerte", que se ha difundido también en otros países y que es representada con una calavera adornada según el gusto personal de los adeptos.
Narcotraficantes, delincuentes, exconvictos o secuestradores se acercan a esta polémica imagen para pedir por el éxito de sus delitos. Este culto blasfemo también está vinculado a prácticas de brujería.
El P. Aguilar concluyó su video recordando que “Dios es el que te resucitará en tu momento final, y es el que a nuestros hermanos difuntos los lleva a su presencia”.
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