Lupita:
Ojalá pudieras ayudarme porque yo fui la infiel, y aun cuando ya estoy arrepentida, pido perdón y otra oportunidad, él me ha dicho que jamás seré perdonada, y que si estoy con él es por mi propia decisión. Quiero recuperarlo porque lo amo y tengo dos hijas pequeñas.
Evelyn L.
Querida hermana EvelyN:
Recibo tu carta en pleno tiempo cuaresmal, dentro del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. El Papa Francisco nos hace un llamado a la conversión de nuestro corazón:
Como el padre del Evangelio, también Dios continúa considerándonos sus hijos cuando nos hemos perdido. Los errores que cometemos, incluso si son grandes, no hacen daño a la fidelidad de su Amor. En el Sacramento de la Reconciliación podemos comenzar siempre de nuevo: Él nos acoge, nos restituye la dignidad de ser hijos suyos.
Dirijo estas palabras a tu esposo, recordándole que tendremos el perdón de Dios si nosotros sabemos perdonar. Pero, si él no lee esto, entonces te lo dirijo a ti:
Comprende a tu cónyuge. Está herido y reacciona con dolor y coraje a la vez. Su actitud es normal, pero no es para siempre. Acepta serenamente estas circunstancias adversas. Estás en casa y debes concentrarte en convertirte en la mejor versión de ti misma; esto es, intensificar el camino interior de conversión.
A continuación, enlisto algunas recomendaciones para reconquistar a tu esposo después de que has sido infiel:
Cultiva un sincero arrepentimiento. Acude a hacer una buena Confesión e invoca ayuda del Cielo para restaurar tu falta. Recuerda que la culpa cristiana siempre se supera. Es una culpa sana que te permite reconocer con sencillez tu responsabilidad; pero, a la vez, te hace sentir el Amor de Dios que acude en tu auxilio restaurándote y dignificándote. Él siempre te afirma en tu valor como hija suya y cree en ti.
Dale espacio a tu esposo para sanar su herida. Permítele manejar sus emociones tal como él necesite hacerlo. A veces se cierran completamente al diálogo; a veces ofenden con comentarios que te descalifican. Déjalo desahogarse y dile que lo amas a pesar de tu error. No permitas ofensas, pero comprende cuando ocurran. La forma en que debes responder es: comprendo que estás muy lastimado y eso te hace hablarme así, pero no permitiré que me ofendas, pues soy un ser humano que cometió un error; puedo levantarme y necesito de tu ayuda y comprensión. Tus condenas nos hunden a los dos.
Elige hablar del futuro. Dar detalles del pasado, sólo aumenta el dolor. Acepta tu error y pídele concentrase en el futuro. Escúchalo si quiere expresar su dolor, mas no te enganches en pleitos. Comprende, acepta, asume y habla de lo que quieres lograr de hoy en adelante.
Inicia una sincera relación con Dios. Incrementa tu oración y tu Fe. Ruega al Todopoderoso que entre al corazón de tu cónyuge y al tuyo propio.
Haz un plan de mejora personal en todas las áreas de tu vida: física, psicológica y espiritual. Busca convertirte en una madre ejemplar y en una esposa ideal.
Aprovecha este tiempo de Gracias especiales y cuenta con la ayuda sobrenatural que el Cielo sabe conceder cuando la pides de todo corazón.
Dios te perdona… Confía en que tu esposo te perdonará si sabes moverte en el camino de la auténtica conversión del corazón.
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