“Queremos decirle a todos los jóvenes cubanos que oramos por ellos y que estamos en la tierra de Polonia, una tierra que también sufrió el comunismo como lo está sufriendo Cuba. Queremos decirles que los acompañamos y que le pedimos a San Juan Pablo II que interceda por la libertad de Cuba”, manifestaron a ACI Prensa.
En total son cerca de ocho jóvenes de origen cubano que pertenecen al Instituto Pastoral del Sureste de Estados Unidos (CEPI) y que forman parte de un grupo de 29 peregrinos de países como Cuba, Perú, Venezuela, Honduras, Argentina, Nicaragua, Colombia, Puerto Rico, El Salvador, República Dominicana y Costa Rica.
El CEPI es la oficina regional de los obispos católicos para el sureste de Estados Unidos y su apostolado está dirigido a los jóvenes de origen hispano, dirigido por el P. Rafael Capo.
Armando García es un joven cubano de 23 años que emigró de Cuba a los 18 años para vivir en Miami y forma parte del CEPI. Gracias al instituto supo qué era una JMJ y participó en el año 2013 en la de Río de Janeiro junto al Papa Francisco.
“Siempre tuve un sueño y fue participar de la Jornada Mundial de la Juventud. Viviendo en Cuba nunca lo pude lograr”, comentó a ACI Prensa.
“Durante este camino me preparé para esta edición en Cracovia y pues invito a todos los jóvenes como dijo el Papa Francisco en su visita a Cuba, a los jóvenes cubanos de la isla, no cuesta nada soñar.Vale la pena soñar. Vale la pena tener sueños grandes y apostar por Jesús”.
“Así es que a todos los jóvenes que sueñan con poder participar de las Jornadas Mundiales de la Juventud soñemos como nos dijo Papa Francisco. Hagamos lío y que de este lío salga el hacer realidad poder participar de estos encuentros juveniles mundiales”, expresó.
Javier Franco es un otro joven originario de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Tuvo la oportunidad de participar en el año 2011 en la JMJ de Madrid junto al Papa Benedicto XVI y esta experiencia “cambió mi vida y vi cómo actuó sobre ella la mano de Dios”.
“Hoy tengo la bendición de estar aquí en Polonia y quiero darle gracias a Dios poder estar aquí en nombre de mis amigos cubanos que no han podido venir, que siguen viviendo allá sin libertades, sin oportunidades, sin esperanza. Quiero transmitirles desde aquí todas mis oraciones para ellos, todo mi amor y decirles que tengan fe en Dios, que Dios obra siempre”, expresó.
Laura López, otra cubana del CEPI dijo por su parte que “lo importante es que venimos a ese encuentro con Cristo que de lo que se vive aquí, de lo que escuchemos de los que el Papa diga aquí vamos a estar buscando esa experiencia con Cristo, esa experiencia con su iglesia joven y poder transmitir ese mensaje de misericordia a los demás”.
López dijo además que junto con la Conferencia Episcopal de Estados Unidos han generado recursos en inglés y español para que los jóvenes que no irán a la JMJ tengan la oportunidad de vivirla.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 22 de julio de 2016
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