Si bien Corea del Norte ha sido identificada durante mucho tiempo como el peor país del mundo para la fe cristiana, la naturaleza cerrada del país ha dificultado obtener datos concretos sobre la existencia de la práctica cristiana clandestina.
El informe ofrece detalles sobre la detención y tortura de cristianos norcoreanos en la última década, a partir de entrevistas con desertores norcoreanos realizadas entre noviembre de 2019 y agosto de 2021. Se incluyen 167 casos documentados de graves violaciones de derechos humanos contra 91 cristianos entre 1997 y 2019.
En particular, se reporta el caso de 34 personas detenidas en Corea del Norte por poseer artículos religiosos, y 21 personas arrestadas por practicar su religión en el país; también, señala que 23 personas fueron detenidas en China por practicar su fe.
“Cuando se pudo establecer que los detenidos habían estado asociados con el cristianismo, su delito se consideró 'político' y fueron trasladados de los centros de detención a nivel de ciudad o condado a los centros de detención provinciales o nacionales, o a los campos de internamiento que son administrados por el Ministerio de Seguridad del Estado”, señala el informe.
Entre los testigos está un prisionero que fue recluido durante dos meses en una celda en Corea del Norte. Según los reportes, esta persona señaló que notó un patrón de comportamiento distintivo entre algunos de los compañeros detenidos que se llamaban a sí mismos “cristianos”.
Los cristianos “rezarían en la esquina de la celda que estaba oculta a la cámara CCTV [conectadas a un circuito cerrado de televisión]…Se escaparían de una golpiza si sus oraciones no eran detectadas por los oficiales penitenciarios, pero serían golpeados si los atrapaban”, testificó.
“En una ocasión, cuando fueron sorprendidos rezando, fueron golpeados todas las mañanas durante 20 días consecutivos”, agregó.
Además, el informe reporta muchos casos de personas arrestadas por poseer una Biblia. Uno de los casos es el de una joven, que tras ser detenida fue “golpeada con un palo de madera hasta que un superior intervino después de escuchar a la víctima gritar”. La joven estaba bajo la custodia del Comando Central del Ministerio de Seguridad de Estado de Corea del Norte.
Otro caso es el de una mujer de unos 50 años, miembro de una iglesia clandestina, que fue golpeada tan severamente durante su detención en 2019, que falleció a causa de sus heridas.
El informe también reveló que varios norcoreanos estuvieron expuestos por primera vez al cristianismo mientras estaban en China. Destaca el caso de Kim Gap-ji, un norcoreano que fue arrestado junto con un pastor cristiano en China, y luego fue repatriado a Corea del Norte, donde lo investigaron por casi cinco meses y sufrió torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Al final, Kim fue condenado a tres años en el campo de reeducación de Chongori (Corea del Norte). Después de su liberación, dijo que predicó en secreto el Evangelio en el país hasta 2017 y luego escapó tras enterarse de que una persona a la que le había predicado era un informante del Ministerio de Seguridad del Estado.
La ONG acusó al gobierno chino de violar el principio de no devolución, que prohíbe la repatriación de una persona cuando existen motivos para creer que estaría en riesgo de sufrir daños a su regreso.
Asimismo, se documentaron casos de funcionarios públicos chinos que sellaron los archivos de los norcoreanos detenidos en China por estar asociados al cristianismo, antes de deportarlos a Corea del Norte.
El informe revela evidencias de que entre 1987 y 2019 se produjeron 456 violaciones de derechos humanos contra seguidores religiosos del chamanismo y el cristianismo en Corea del Norte. Además de los testimonios de cristianos detenidos en el país, hay relatos de testigos presenciales detenidos y guardias de prisiones, que exponen el tipo de violencia que se sufre.
Según el informe, “en 28 casos, documentamos formas de tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes perpetrados por agentes del Ministerio de Seguridad del Estado y del Ministerio de Seguridad Popular contra los adherentes cristianos”.
“La evidencia demuestra que las víctimas fueron sometidas a golpes físicos con objetos, puños y pies; ingestión de alimentos contaminados; tortura posicional; privación del sueño; y saltos en cuclillas forzados”, indicó. “El trato cruel e inhumano fue posibilitado por las malas condiciones de detención que incitaron a más daños, incluidas celdas superpobladas”, agregó.
Se cree que Corea del Norte tiene uno de los peores antecedentes de derechos humanos del mundo. En 2014, las Naciones Unidas realizó un informe de 372 páginas que documenta los crímenes de lesa humanidad, incluida la ejecución, la esclavitud, la tortura, el encarcelamiento, los abortos forzados y la consciente inanición prolongada en Corea del Norte.
El 29 de octubre, cuando el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, visitó el Vaticano, el Papa Francisco recibió una invitación para ir a Corea del Norte.
En julio, el director del Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur dijo que había estado trabajando con los líderes de la Iglesia Católica para hacer posible un viaje papal a Corea del Norte. No obstante, un arzobispo surcoreano dijo que “en realidad, hay muchos pasos a seguir” antes de que esto pueda suceder de manera factible.
Según Park Kyung-mee, portavoz del presidente de Corea del Sur, el Papa Francisco respondió que estaría dispuesto a ir si recibía una invitación oficial de Corea del Norte.
El presidente Moon también le dio al Papa Francisco una cruz hecha de alambre de púas de la zona desmilitarizada (DMZ) que divide a Corea del Norte y Corea del Sur. Es una de las 136 cruces creadas a partir de alambre de púas derretido de la DMZ para representar los 68 años que la península de Corea ha estado dividida.
Según el Pew Research Center, a diferencia de Corea del Norte, el cristianismo en Corea del Sur ha experimentado un rápido crecimiento en las últimas décadas. En particular, la población católica en Corea del Sur ha aumentado casi en un 50% en los últimos 20 años.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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