Momentos de gran alegría y emoción por parte de los jóvenes, así como de familiares y amigos que acudieron a la celebración. En la ocasión, René Rebolledo, pastor diocesano, destacó la intensa preparación realizada por los más de 70 jóvenes, de manera espiritual y también en las diversas iniciativas de recaudación de fondos para asistir al tan esperado encuentro: Así lo manifestó: “Ustedes jóvenes peregrinos y misioneros deberán asumir esta tarea en un mundo convulsionado por la rebelión de otros en el orbe. En él resuenan las palabras que el Papa Francisco les dirigiera al retomar la catequesis de su antecesor en la Plaza de San Pedro: “A ustedes les digo: lleven esta certeza: el Señor está vivo y camina con nosotros en la vida. ¡Esta es su misión! Lleven adelante esta ancla que está en los cielos; mantengan fuerte la cuerda, manténganse anclados y lleven la esperanza”.
Por su parte los jóvenes, agradecieron al Señor porque esta experiencia, que pronto vivirán, la puedan recibir con un corazón agradecido, con unas manos dignas y privilegiadas, acogiendo con gratitud la bendición que les hiciera el obispo en la misa de envío.
Jóvenes de la diócesis participan de su impresión:
Falta poco más de una semana para que los jóvenes de la diócesis asistan a esta importante Jornada de Juventud, a la cual llevarán la esperanza y su testimonio, como verdaderos testigos de Jesús.
La joven Kassandra Aburto Vidal, pertenece a la parroquia “San Leopoldo Mandic”, define que participar de la JMJ “significa un gran logro, pues se concreta un trabajo de meses, será un recuerdo que jamás borraremos; el compartir en comunión con nuestros hermanos de otras partes del mundo, y recibir la palabra del Papa, que presidirá este importante evento, teniendo como telón de fondo el Cristo Redentor, es algo grandioso”.
Yenifer Altamirano, colaboradora de la Pastoral Juvenil de la Universidad Santo Tomás, explica que “vivir esta experiencia será algo extraordinario. Ver como los jóvenes, sin importar nacionalidad, barreras culturales, idioma, seremos capaces de reunirnos alrededor de un mismo objetivo; el encuentro con el Señor Jesús, que estará con nosotros guiándonos e indicando cual es el mejor camino a su lado para la juventud de estos tiempos”.
Para Adriana Manríquez de la Parroquia Jesús Obrero, “el asistir a la JMJ, es un sueño hecho realidad. Es, también, el esfuerzo de la comunidad parroquial, vecinos y amigos, con los cuales se trabajó de forma unida, con fe en Dios, en múltiples actividades para recaudar fondos”.
Fuente: Comunicaciones Osorno

Publicar un comentario