Monseñor Ricardo Ezzati desmenuzó la Palabra de Dios contenida en la liturgia de este pasado domingo, referida a la oración: “Orar no es fácil. Necesitamos sentarnos a la escuela de Jesús, a sus pies, para aprender a orar, que es un anhelo de todo hombre, incluso de aquellos que saben que necesitando de Dios se hacen los sordos y piensan que se bastan a sí mismos, que son suficientes la propia soberbia y los propios conocimientos para alcanzar la vida”, manifestó. Luego, destacó que la principal y fundamental enseñanza de Jesús respecto de la oración es que llamemos a Dios “Padre nuestro”. Agregó que “Dios es un Padre, que se hace cercano, porque tiene un corazón bondadoso, porque no nos ha creado para dejarnos abandonados a nuestra suerte”.
Rezar por los que nos hacen mal
El arzobispo de Santiago invitó a los fieles a orar siempre, “pidiendo una, dos y mil veces lo que necesitamos, sabiendo que Dios nos va a dar lo que de verdad necesitamos”. Además, el pastor invitó a rezar también “por aquellos que nos hacen el mal, porque son los que más necesitan de nuestra oración, de la gracia de Dios para que les cambie el corazón”.
Antes de concluir la Eucaristía, monseñor Ezzati felicitó al párroco, el padre Carlos Risopatrón, quien en la reciente fiesta del Apóstol Santiago recibió la Cruz del Apóstol Santiago”, por la vasta labor ministerial desarrollada en sus 58 años de sacerdocio.
Miguel Vidal Gajardo, taxista, coordinador parroquial y miembro de la comunidad encargada de la liturgia, expresó que es “espectacular que el pastor nos visite. Espero que su presencia estimule un mayor compromiso, sentido de pertenencia y de corresponsabilidad de los fieles”.
Finalizada la misa, toda la comunidad parroquial departió con el arzobispo en el salón parroquial, donde el párroco presentó al arzobispo las diversas pastorales presentes de la parroquia San Andrés, y donde todos compartieron un ágape preparado por los propios feligreses.
Fuente: Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl
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