Fue un llamado a la solidaridad el hilo conductor del Via Crucis. Las 14 estaciones, que se extendieron por casi un kilómetro de la Avenida Atlántica, tuvieron un mensaje para los jóvenes: la misión, la conversión, la lucha por la vida y la caridad con rostros sufrientes, como presos y discapacitados, fueron los temas que destacaron.
El Papa Francisco se mantuvo en oración observando las estaciones y fue en la última estación en la que se dirigió a los jóvenes: “fiémonos de Jesús, confiemos totalmente en Él. Solo en Cristo muerto y resucitado encontramos salvación y redención. Con Él, el mal, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, porque Él nos da esperanza y vida: ha transformado la Cruz de instrumento de odio, de derrota, de muerte, en signo de amor, de victoria y de vida”
Una Pontífice que se sale del protocolo
Los peregrinos chilenos están impresionado con la cercanía con que les habla el Papa, con su forma de llamarlos a la santidad. “Me gustó mucho cuando dijo que lo perdonaran los obispo y que hiciéramos lío en Río. Los jóvenes siempre somos apuntados con el dedo y criticados, en cambio él nos acepta como somos y nos llama a dar testimonio desde esa realidad”, comentó Francesca(22), reflexionado sobre las palabras del Papa que más le han hecho sentido.
Recorriendo Copacabana estaba Matías Toro (17) de la parroquia nuestra Señora de Monserrat de Puente Alto. Con una inmensa bandera con el rostro de Cristo. Todos los que pasaban querían fotografiarse con ella y hasta le pedían autógrafos: “Esta bandera tiene 20 años y llama mucho la atención. Me gusta que la gente se acerque, a todos nos une la misma fe” .
Agrega que lo que lo ha marcado, de lo que ha dicho el Papa, es que los jóvenes son la fuerza de la Iglesia y que tenemos que protagonizar cambios. “Ofrecer nuestras cruces como la pobreza y, sobre todo, en nuestro país no vivir tanto del materialismo y mirar hacia delante teniendo a Cristo como destino”.
Luciano, peregrino argentino, pidió que Matías firmara su mochila. “Me gustó la bandera y quiero llevarme en esta mochila un recuerdo de todo lo que estoy viviendo en esta jornada. Nunca pensé que vería tanga gente reunida por un sola causa. El Papa es un orgullo para todo los argentinos. Si tuviera la oportunidad de verlo, lo primero que haría es darle un abrazo y pedirle oración por mi familia y decirle que yo también estoy rezando por él”.
Dentro de las últimas actividades programas para la Jornada Mundial de Jóvenes destacan la Vigilia de este sábado 27 y la Misa de Clausura del 28 julio. Ambas se realizarían Guaratiba, pero por razones climáticas se trasladaron a la Playa de Copacabana. Los peregrinos podrán alojar ahí o en los lugares donde lo han hecho durante toda la semana.
Fuente: Prensa Jornada Mundial Chile
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