El párroco, padre Vicente Morales, expresó su alegría por este aniversario sacerdotal de su vicario, “con quien somos compañeros desde el seminario. Hay que sacarse el sombrero, porque tiene una vida entregada totalmente aquí en Chile”. Por su parte, el padre Alejandro Hermida, párroco de Santa María Madre, en la Zona Norte, destacó el “testimonio completamente evangélico, es decir, cristiano”, de Jesús Rodríguez, por “anunciar a Jesucristo, sobre todo a la gente modesta, necesitada; muy servicial y muy austero en su vida, muy entregado a los demás, sin preocuparse de sí mismo. Siempre ha sido así. Él me ayudó a decidirme para venir a Chile, formando un equipo de cuatro sacerdotes en el año 1965”, recordó.
Evangelizador entre los más pobres
Monseñor Pedro Ossandón, obispo vicario de la Zona Sur, agradeció a Dios por el sacerdocio del padre Jesús, quien, dijo, “ha estado en muchas parroquias de la arquidiócesis sirviendo en momentos muy críticos y dando un testimonio sacerdotal con la fuerza profética del Evangelio, para atender a tantas personas con la caridad de Cristo, sin distinción. Es un sacerdote misionero que ha venido a sumarse a la evangelización en Santiago. Es un testimonio de nueva evangelización”.
El diácono permanente Pedro Moraga, casado, cuatro hijos, aseguró que el misionero español “Es un hombre de Dios, por su vida modesta, sencilla, al servicio de los más humildes. Además, muy preocupado de la formación bíblica de los laicos”.
La homilía estuvo a cargo del padre Jorge Orellana, párroco de San Gregorio, en la Zona Sur, quien, refiriéndose a los textos bíblicos de la misa de este pasado domingo, hizo un llamado a los presentes a cultivar un espíritu de acogida al prójimo y practicar la misericordia, especialmente con los que no tienen dónde vivir ni dónde dormir. “Tantos y tantas que viven en situación de calle y que necesitan de nuestro tiempo y de nuestros bienes”. El padre Orellana también invitó a ser discípulos de Jesús, es decir, como María en el Evangelio, “ponerse a los pies de Jesús, acoger su palabra y alimentarse de ella”.
Respecto del padre Jesús Rodríguez, el párroco de San Gregorio recordó que cuando tenía nueve años de edad, él y su familia vivían un tiempo sumamente adverso y difícil “y en un momento el padre Jesús llega a la casa con una bolsa de alimentos no perecibles”. Otro hecho fue que el propio padre Jesús despertó en él, algunos años después, la vocación sacerdotal y lo presentó al Seminario Pontificio de Santiago.
Revalorar el término “cristiano”
En medio de expresiones de cariño de los asistentes, el sacerdote español afirmó que este momento actual de la sociedad “necesita que el Pueblo de Dios tome su rol, que el cristiano creyente, bautizado, tome su responsabilidad a firme”. Agregó que hoy “tenemos desvalorizado el término ‘cristiano’ y es necesario revalorizarlo”. También dijo que los sacerdotes se preguntan si no se hacen como dioses o si los mismos fieles endiosan a sus presbíteros, “pero hay un solo Dios. ‘Escucha, Israel, hay un solo Dios’. Los clérigos, en ninguna categoría, somos dioses”. Luego, el padre Jesús Rodríguez recordó que “hay que pasar de la pastoral de conservación a una pastoral misionera”, como lo señalan los obispos en el Documento de Aparecida, tarea que corresponde al laicado, sostuvo. “Es urgente ser misionero”, enfatizó. “La fuerza del ser cristiano es saber por qué uno es cristiano. Ser cura o ser obispo son servicios, pero pobre cura o pobre obispo si le falla lo de cristiano”, manifestó el padre Jesús.
Terminada la misa, toda la comunidad parroquial participó en un ágape para acompañar los 50 años de sacerdocio del misionero hispano.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl
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