Miles de jóvenes comenzaron a llegar en la madrugada del sábado para obtener un lugar privilegiado. Alrededor de sus banderas levantaron verdaderos campamentos, delimitado con cordeles y sus pertenencias.
Entre ellas aldeas chilenas, jóvenes de Peñaflor, llegaron a las 7:00 AM y se instalaron muy cerca del escenario, para vivir la Vigilia y Misa final: “Pasaremos más de 30 horas en este lugar, así que lo adapataremos como nuestro hogar. No importa la incomodidad, lo único que vale la pena es ver al Papa cerca” afirmó Nicolás (16) que vienes desde Peñaflor, junto a una veintena de amigos.
Recién a las 18:30 hrs. arribó el Vicario de Cristo a Copacabana. Angélica de La Serena, estaba muy emocionada: “no lo puedo creer, estoy pasando por un mal momento, hace unos meses murió mi madre y este encuentro me ha renovado y dado consuelo”.
En la Vigilia, Francisco le habló a los jóvenes en español. Los hispanoparlante se sintieron muy cercanos e interpelado por su mensaje: “Yo sé que ustedes quieren ser buena tierra, cristianos en serio, no cristianos a medio tiempo. No cristianos de fachada. Esos cristianos que son pura facha, sino cristianos auténticos. Sé que ustedes apuntan a lo alto, a decisiones definitivas que den pleno sentido. ¿Es así, o me equivoco? ¿Es así? Bueno, si es así, hagamos una cosa. Todos en silencio, miremos al corazón y cada uno dígale a Jesús que quiere recibir la semilla. Dígale a Jesús: mira Jesús las piedras que hay, mira las espina, mira los yuyos, pero mira este cachito de tierra que te ofrezco, para que entre la semilla”, dijo el Santo Padre.
Además agregó qué que los jóvenes tienen que jugar en el equipo de Jesús, simulando el fútbol, y entrar en diálogo permanente con él. “¿Qué quieres que haga, qué quieres de mi vida? Pregúntenle a Jesús, hablen con Jesús. Y si cometen un error en la vida, si se pegan un resbalón, si hacen algo que está mal, no tengan miedo. Jesús mira lo que hice: ¿qué tengo que hacer ahora? Pero siempre hablen con Jesús, en las buenas y en las malas.”
A cada una de las interpelaciones el Papa le pedía a los jóvenes que hicieran un minuto de silencio, para reflexionar sobre lo que estaban sintiendo.
Finalizado su mensaje tuvo lugar una emocionante Adoración al Santísimo, donde los peregrinos le ofrecieron al Señor todo lo vivido en esta jornada mundial y se comprometieron a ser constructores de una Iglesia más bella y un mundo mejor..
Fuente: Prensa Jornada Mundial Chile
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