Más de 3 mil banderas repletaron el templo, aplausos, himno nacional y el clásico
“C- h- i” surgía espontáneamente entre los asistentes, que desbordaban de alegría.
Así lo manifestó Victoria de Chimbarongo: “Increíble la fuerza que tenemos los jóvenes. Estamos demostrando que Jesús es un Cristo vivo para todos los chilenos. Vi al Papa y fue súper emocionante. Tengo mucha esperanza en el encuentro de mañana, le pido al Santo Padre que nos renueve después de este encuentro”.
En su homilía monseñor Contreras, invitó a los chilenos a que cumplan el mandato de Jesús que es Ir y hacer discípulos a todas las naciones: “La evangelización es obra para Jesús y nosotros tenemos que colaborar. No tenemos que esconder nuestra fe, si no el corazón se pone rancio. Queremos impregnar nuestra vida de Cristo. Hemos sido ungidos, tenemos la misión de anunciarlo, sobre todo, en las periferias geográficas y existenciales. Hay muchos jóvenes que no conocen a Cristo y que viven situaciones dramáticas. En este encuentro seremos enviados a cumplir el mandato de proclamarlo”.
“Esta es la juventud del Papa…”
Esta fue otra de las frases que pronunciaban con fuerza los chilenos a 3 mil voces. Algunos contaban que ya habían visto al Santo Padre, otros estaban expectante, pues lo verán por primera vez hoy en el acto de Copacabana: “Llegamos recién anoche, viajamos cinco días en bus, somos de Puerto Octay. Fue un viaje lleno de contratiempo, estuvimos en la aduana un día más, pero con mucha fe y esperanza de ver al Santo Padre” expresó Silvana, líder de un grupo de 36 jóvenes de Sur de Chile.
La Cueca también se hizo presente en Brasil, protagonizada por una pareja de jóvenes de Limache y otra de Rancagua, que con mucha dificultad bailaron, entre la multitud de peregrinos: “ Es muy emocionante bailar en otro país y ante todo estos hermanos chilenos y sobre todo encontrarnos con el Santo Padre, tengo mucho nervio, mañana veré al Papa”.
Felipe Córdova, joven de la Zona del Maipo, estaba muy contento cuando escuchó la Cueca, “es impresionante ver a los chilenos comprometidos con Cristo, sabía que éramos mucho, pero no pensé que tantos. Hay gente hasta en la calle, es Cristo el que está presente”
Al finalizar la eucaristía, los jóvenes espontáneamente cantaron el himno nacional y desplegaron una bandera gigante que cubrió la mayoría del templo.
Fuente: Prensa Jornada Mundial Chile
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