Entre las millones de banderas se visualizaban las chilenas. Jóvenes de la parroquia Nuestra Señora de Los Pobres, esperaron mucho rato, pero lograron verlo, “ tuve la suerte que donde yo esteba se detuvo a bendecir unos niños y pude verlo muy cerca. Fue impresionante poder observarlo. Fue como una energía de amor pasando entre medio de todos” expresó Ivan Carreño, agregando que también sintió muy cerca sus palabras cuando habló en español.
A Yerladi Yañez de la parroquia San Alberto de Sicilia, el llamado a que la iglesia joven saliera a la calle fue la frase que le quedó dando vuelta, “el Papa nos llama a no imponer la fe y con nuestro testimonio contagiar a otros. Salir a la calle y que nuestra alegría por creer se note”
Viajar cinco dias en bus para ver al Santo Padre
“Cuando vi al Papa en lo primero que pensé fue en mi familia, todo el esfuerzo que hicieron para que yo estuviera acá. Valió la pena viajar más de 200 horas para sentir esta emoción” dijo Javiera Figueroa, joven de Temuco, quien viajó junto a uma delegación de Hermanas franciscanas.
La hermana Andrea, líder de este grupo, estaba contenta al ser téstigo de esta experiência: “Las niñas están felices, trabajaron más de dos años para estar aqui y su sueño se cumplió vieron al Papa”.
El Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, quiso escuchar desde la voz de los propios jóvenes lo que ha significado esta jornada. La mañana del viernes 26 de julio por videoconferencia, se contactó con un grupo de 10 peregrinos,” he rezado mucho por ustedes y espero que lleguen con mucha energía a misionar a Chile“ les dijo. Por su parte los jóvenes le contaron que estaban muy contentos por compartir con personas de todo el mundo su fe.
Fuente: Prensa Jornada Mundial Chile
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