Una atractiva película
Se ha estrenado en casi todo el mundo “La Resurrección de Cristo” (Risen)
Pbro. Sergio Joel Ascencio Casillas
Director del Festival de Cine Con Valores
“La Resurrección de Cristo”, título original Risen, escrita y dirigida por Kevin Reynolds (“Mundo Acuático”, “Robin Hood”, “Rapa Nui”, “Monte Cristo”, entre otras), y teniendo en el rol protagónico como Tribuno Romano a Joseph Fiennes, parte desde una interesante perspectiva personal del protagonista, ya tomada antes, en los filmes bíblicos épicos de los años 50 y 60, con historias en torno al Misterio Cristiano y la experiencia directa o indirecta con Jesucristo (recordamos “Quo Vadis”, “El Manto Sagrado”, “Barrabás”, “Ben Hur”, etc.).
TRAS LAS HUELLAS DE CRISTO
Clavius (Joseph Fiennes), Tribuno Romano, tiene el encargo del mismo Poncio Pilato (Peter Firth), perturbado por la reciente condena injusta hacia Jesús de Nazareth (Cliff Curtis), de que los discípulos de éste puedan robar el Cuerpo y acrecentar aún más la imagen del Mesías Resucitado. Por ello le encarga la custodia de verificar la muerte del Crucificado.
A partir de este momento, inicia un peregrinar interno para descubrir al verdadero Jesús.
Cabe anotar que un Tribuno Militar, en el Imperio Romano, no sólo encabezaba una Legión, sino que era un cargo oficial de Estado. Eran hombres de rango senatorial, elegidos por el Senado, y tenían poder consular. El segundo a cargo, tras el Legado (quien dirige las Legiones), era el “Tribuno laticlavio” (el personaje de Fiennes se llama Clavius). Históricamente, estos Tribunos no tenían deberes específicos, pues el Legado se encargaba de asignar las tareas cuando fuese necesario. Este es el caso del personaje principal de la película, al que se le encomienda encontrar el Cuerpo de Jesús de Nazareth a como diera lugar.
Es así, sin pretenderlo siquiera, como Clavius, ante el altar del dios Marte, Patrono de los Guerreros, en silencio y absoluta discreción, ora al Dios de los judíos para que le ayude a encontrar a Jesús y acabar con esta amenaza que se cierne contra Roma.
Viene a ser el inicio de su propia aventura interior, que es contada por él mismo en la primera secuencia del filme, cuando llega a una taberna en medio del desierto y es descubierto por el tabernero como un Tribuno, por el anillo que porta. Así da inicio el relato que ha revolucionado su vida…
CARA A CARA CON JESÚS
La cinta rescata la dimensión del testimonio cristiano del anuncio gozoso de Cristo Resucitado, en un relato por demás emocionante y entretenido. Este anuncio, más como una experiencia existencial, frente a un Dios Misericordioso que no juzga, y acoge siempre. La historia tiene la sensibilidad de llevarnos a los laberintos de la Fe, al Plan inescrutable de Dios, y a dejarnos amar por Él y dar sentido a nuestro vivir.
Resulta inevitable identificarnos con Clavius y sorprendernos con él de todo lo que va encontrando y experimentando en su peregrinar por la Fe.
Su encuentro con María Magdalena (María Botto), y especialmente con Pedro, interpretado por Stewart Scudamore, líder de los Apóstoles, le desconcierta sobremanera; pero, a la vez, su corazón sincero y honesto le ayuda a encontrar la dos verdades: la verdad detrás de la mentira sembrada por los Sumos Sacerdotes de que se habían robado el Cuerpo del Nazareno, y la Verdad, con mayúscula, de que Cristo Jesús, efectivamente, había resucitado, puesto que él mismo había testimoniado su muerte.
EL DIÁLOGO CON EL SEÑOR
En particular, detallo tres escenas que impactaron en nuestra búsqueda frenética con Clavius: la primera es el rostro de Jesús vivo cuando lo encuentra rodeado de sus Apóstoles; la pesca milagrosa, que logra comunicar el gozo pascual, y la centralidad de la Fe y el diálogo personal que sostiene con el mismo Jesús Resucitado en una bella noche estrellada.
Hay quién pueda sorprenderse por la figura del Jesucristo propuesta para esta cinta, pero eso acaba siendo muy favorable al final…¡Dios nos dé más sorpresas así!.
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