En sus rostros y palabras se notaba la alegría que les provocaba este acontecimiento. El párroco Rafael Ramírez comentó con emoción que les estaba ayudando a revitalizar la comunidad y que su apertura reflejaba el deseo de vivir la espiritualidad de las personas y de tener un encuentro profundo con Jesús.
“Es casi milagroso porque uno empieza este camino y no sabe si va a llegar a este término, son obras del Señor. Este lugar va a ser un lugar de bendición. Los obispos nos dijeron en Aparecida que teníamos que ser discípulos y misioneros de Jesús y discípulo se comienza a ser orando con el Señor, estando con Él y eso es lo que queremos hacer aquí”, expresó el sacerdote.
Monseñor Ricardo Ezzati, presidió la misa y la procesión en la que se llevó el Santísimo hasta la capilla acompañado por los fieles y por muchos de los más de 500 adoradores que acompañarán a Jesús en diferentes horas del día.
El Arzobispo de Santiago compartió con los presentes que para él estar en esta celebración era una hermosa manera de conmemorar sus 17 años de ordenación episcopal y los invitó a rezar por el para que el Señor le regale su corazón de buen pastor para acompañar la vida de las comunidades que el Señor le ha confiado.
“Celebrar la eucaristía con una comunidad cristiana es siempre una oportunidad del Señor que me permite descubrir con mayor fuerza lo que significa ser buen pastor en medio de su pueblo y para la comunidad cristiana celebrar la eucaristía junto con su obispo es también una gracia que les ayuda a comprender y a vivir el misterio que el Señor sigue creciendo en ella”, reflexionó.
Monseñor Ezzati en su homilía dijo a los presentes: “La palabra de Dios nos invita recorrer el camino de la humildad, a ponernos de rodillas delante del Señor porque así podremos descubrir el amor infinito que Él nos tiene, podemos descubrir el sentido de nuestra existencia. El hecho que en esta comunidad parroquial se abra una Capilla de la Adoración Perpetua en este Año de la Fe tiene que ser para cada uno de nosotros una pedagogía para descubrir quién es Dios y quiénes somos nosotros, pero para hacerlo necesitamos ponernos de rodillas delante del Señor para pedirle que nos revele en su amor el misterio providencial de esperanza que Él quiere para cada uno de nosotros”.
Los Adoradores
En la Parroquia Santo Tomás de Aquino son más de 500 personas las que se han inscrito como adoradores para acompañar a Jesús. El Santísimo lo trajeron de México y lo donó la Capilla de Adoración Perpetua de Talca.
Desde hace meses se vienen organizando. Hay una coordinadora general y 4 líderes: uno de la madrugada, de la mañana, de la tarde y la noche quienes coordinan a los 24 capitanes de hora que están a cargo de una franja todos los días y ven que las personas cumplan la hora santa a la que se comprometieron para toda la vida.
Andrea Tapia es coordinadora y participa junto a sus tías y hermanas en este proyecto. “A nosotros nos impulsó el recuerdo de mi abuela, ella nos dio la herencia de la fe y la entrega 100%”, cuenta. Incluso su tía adelantó su viaje desde Estados Unidos para poder estar en la inauguración de la capilla y ser una de las capitanas.
Ha habido una buena respuesta porque son pocas las horas que quedan por cubrir. Además esto le ha dado una vida a la comunidad que estaba integrada en su mayoría por adultos mayores, se han incorporado jóvenes con esta invitación.
Mabel Fonseca es capitana de hora y adoradora y cuenta que a ella la motivó el poder acompañar a Jesús y el testimonio que le compartieron de un niño mexicano de 8 años. “Él se inscribió como adorador para las 3:00 de la mañana y cuando los coordinadores se contactaron con su madre para saber por qué lo hacía ella le preguntó y el pequeño le respondió: ‘El padre dijo en la misa que Dios multiplicaba por tres lo que uno hacía y yo quiero que mi papá deje de tomar, te deje de pegar, y que dejemos de ser tan pobres’. Los dos comenzaron a ir a rezar y con el tiempo las tres cosas se cumplieron, el padre se rehabilitó, encontró un trabajo, mejoraron las relaciones familiares y pudieron salir de la pobreza”.
Un pedazo de cielo
Una de las primeras Capillas de Adoración Perpetua se creó en Talca el año 2010 a meses del terremoto. María Teresa Etcheberry participó desde el comienzo y también ha acompañado a la comunidad de la Parroquia de Santo Tomás de Aquino en el proceso de fundación de su lugar de oración.
Cuenta que todo comenzó cuando el sacerdote Patricio Hileman, que fue enviado por el Papa Juan Pablo II para formar 1.000 capillas de adoración perpetua en Latinoamérica, se contactó con el obispo de la Diócesis para invitarlo a ser parte de este proyecto. Si bien en Chile están recién formándose, en otros países como Argentina y México existen 100 y 400, respectivamente.
María Teresa recuerda: “Estábamos con todas las iglesias en el suelo y llegó el padre Patricio, cuando el obispo le dijo que sí no había dónde hacer la capilla. Junto a mi socia tenemos una pastelería y le dijimos si le sirve este lugar está disponible y él dijo ¡está estupendo! Ha sido el regalo más grande. Se formó el 17 de julio de 2010 y nunca nos han faltado personas. Ha estado abierta las 24 horas del día todo el año con las puertas abiertas”.
Ella reflexiona:“¿Qué te puede pasar a ti si estás en el cielo? Allí está Jesús, están los ángeles, la Virgen y las santos. Puedo decir que ahí no estoy sola. Nuestros ojos no los ven pero nuestra alma, nuestro corazón está con ellos y nos están protegiendo. Todo lo que necesita el Señor es que esté una persona responsable, su fuerza está en nosotros que estamos ahí. Yo adoro de noche 3 veces a la semana de 3:00 a 5:00 de la mañana sola y cuando más feliz soy es en ese momento”.
María Teresa Etcheberry cuenta que hay ocasiones en que la capilla está llena y destaca la necesidad de que existan estos lugares porque las iglesias de noche no están abiertas. Comparte que en este tiempo ha vivido experiencias profundas. “Un día llegó una mujer joven llorando a las 3:00 de la mañana, le dije: ¿Te puedo ayudar? Y me respondió ‘si no estuviera está capilla yo me hubiera suicidado’. Te das cuenta que en este lugar vives un encuentro de corazón a corazón con el Señor, donde sientes paz”.
Fuente: Comunicaciones Santiago
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