Monseñor Juan Luis Ysern, Obispo Emérito de Ancud, fue el encargado de dirigir este retiro, propiciando que los asistentes tuvieran un encuentro profundo con Cristo, “¿Hemos entendido lo que es la vida de Dios? La vida de Dios es comunicación y la comunicación es un regalo, un camino a la comunión. No confundir con información, que me la pueden arrebatar. La comunicación es un acto libre”.
El obispo enfatizó también que en el ambiente actual, predominado por la ausencia de reconciliación, el egoísmo y el tráfico de información provocan que se masifiquen las soledades, “hay mucho que reflexionar sobre las nuevas tecnologías, sus efectos son enormes ¿Cómo aprovecharlas en la línea de saber escucharnos, entendernos y acogernos? Hay personas que tienen heridas muy grandes y necesitan ser escuchadas, necesitan sentir que Dios los ama tal cuál son ¿Cómo ayudar desde mi rol de comunicador a esta convivencia fraterna y reconciliada?”
Luego de plantear estás interrogantes, los asistentes tuvieron un momento de oración personal. Con el método “ver, juzgar y actuar” reflexionaron acerca de su servicio pastoral como camino a la comunión y hubo espacio también para recibir el sacramento de la reconciliación.
Necesidad de Paz y Reconciliación
El trabajo personal finalizó con la eucaristía, donde los comunicadores ofrecieron lo vivido, pero también pusieron a los pies de Dios la necesidad de Paz en Siria, simbolizada en unas ramas de olivos y la reconciliación nacional, reflejada en una vela que construyeron con sus propias manos.
“En estos momentos donde todos están recodando las heridas del pasado, que importante es poner esta dimensión de la reconciliación en nuestra comunidad creyente. Somos una comunidad reconciliada y reconciliadora, nosotros que vivimos del amor de Dios ¿sabemos acoger este amor? Esto significa negar el egoísmo. ¿Recibimos ese amor salvador para ser salvadores también o caigo en el peligro de preferir mis necesidades?. Somos hijos de Dios, pero también somos hijos de Adán, por eso somos egoístas” dijo en su homilía monseñor Ysern, llamando a los cristianos a contribuir a esta reconciliación.
Por la tarde, después del almuerzo, fue el momento del encuentro comunitario con Cristo, donde los comunicadores compartieron lo vivido. Valorando el testimonio de vida y la experiencia del Obispo Emérito, quien por medio de su reflexión logró que vieran de otra perspectiva su misión como comunicador parroquial.
Entre ellas Carmen Gloria Valenzuela, Zona Oeste, quien le llamó la atención el ver la comunicación como regalo, “y eso se ve muy claro en La Trinidad, la comunión de Padre, Hijo y Espíritu Santo. La comunicación como camino a la comunión”.
En la oración final cada uno fabricó una vela, las cuáles fueron encendidas una a una, comprometiéndose como Pastoral de Comunicaciones a trabajar por la comunión de la Iglesia Arquidiocesana.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
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