Con música polinésica avanzan solemnemente a colgar bellos collares de conchuelas a la imagen del Cristo Resucitado, de unos dos metros de alto, cuyas facciones son muy similares a la de los Moai.
Cuando uno ve esas manos alzando a sus pequeños niños; cuando uno observa a esos jóvenes y varones fornidos, a esas mujeres y ancianos, que con emoción colocan los collares, besan la imagen en su rostro y sus pies, acompañados de un ritmo vivo y al mismo tiempo lleno de cariño, veneración y respeto, uno experimenta como esa procesión une el cielo y la tierra; lo que ellos regalan es un agradecimiento a lo que han experimentado como un regalo de Dios.
Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso; territorio eclesial al que pertenece Isla de Pascua, quedó tan impactado que le dijo a su secretario: “Anota ya para venir todos los años a esta preciosa y significativa celebración”.
Este encuentro, que comprende la misa y luego un almuerzo festivo de un curanto pascuense (“umu taho” en idioma rapanui), se inició en 1981 para conmemorar, en un ambiente religioso, el acuerdo de voluntades suscrito el 9 de septiembre de 1888 por los ancianos de la Isla y el Gobierno Chileno, por la cual ellos se integraron a la nación chilena.
El año 2014 celebraremos los 150 años de evangelización de la Isla llevada a cabo por el Hermano Eugenio Eyraud, SSCC, muy venerado por la comunidad católica de Rapa Nui. Tanto es el cariño que los isleños sienten por él que cuando en el año 2002 se fundó el nuevo colegio Católico en Isla de Pascua decidieron ponerle su nombre.
Dos acontecimientos misioneros, impulsados por el Equipo Pastoral de Maipú, han marcado la vida de fe de los isleños. El primero fue la misión en 1970, que culminó con el tallado hecho en forma comunitaria de María Rapa Nui, la primera imagen de Nuestra Señora del Carmen hecha en estilo polinésico, y la segunda fue en 1980, con ocasión del Congreso Eucarístico. Allí se hizo surgir desde el tronco de un “miro tahiti”, árbol nativo pascuense, el Cristo “Ko Jetu Orami”, imagen de Cristo Resucitado, con sus llagas glorificadas y una corona. En ella hay un “Manu Piri” (figura tradicional pascuense de un pájaro con dos cabezas) que simboliza al Espíritu Santo. Esa imagen fue regalada por el pueblo de Rapa Nui a nuestro Santuario Nacional de Maipú y es el centro de la celebración de esta misa anual, así como la copia de María Rapa Nui que también se venera aquí.
Fuente: Padre Carlos Cox, rector del Santuario Nacional de Maipú
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