VATICANO, 16 Nov. 21 (ACI Prensa).- El presidente del Movimiento Comunión y Liberación, P. Julián Carrón, renunció al cargo que ha desempeñado desde 2005 cuando falleció el fundador de CL P. Luigi Giussani.
En una carta dirigida a los miembros de la fraternidad de CL con fecha del 15 de noviembre, el P. Carrón indicó que “en este momento tan delicado en la vida del movimiento, decidí presentar mi renuncia como presidente de la fraternidad de Comunión y Liberación, para favorecer que el cambio de la guía al que estamos llamados por el Santo Padre ˗ a través del decreto sobre el ejercicio del gobierno en los movimientos ˗ se realice con la libertad que tal proceso requiere”.
El decreto mencionado por el P. Carrón fue publicado el 11 de junio de 2021 por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y se dirige a las asociaciones de fieles “que disciplina el ejercicio del gobierno en las asociaciones internacionales de fieles, privadas y públicas, y en otros entes con personalidad jurídica sujetos a la supervisión directa del mismo Dicasterio”.
El artículo 1 de dicho decreto indica que “los mandatos en el órgano central de gobierno a nivel internacional pueden tener una duración máxima de cinco años cada uno” y el artículo 2 añade que “una misma persona puede ocupar cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional por un período máximo de diez años consecutivos”.
Por su parte, el P. Julián Carrón escribió a los fieles de Comunión y Liberación que la decisión de su renuncia “llevará a cada persona a responsabilizarse personalmente del carisma".
Además, Carrón señaló que “ha sido un honor para mí ejercer este servicio durante años, un honor que me llena de humillación por mis limitaciones y si he fallado a alguno de ustedes”.
“Doy gracias a Dios por el don de la compañía que he podido disfrutar, ante el espectáculo de su testimonio diario, del que he aprendido constantemente y del que quiero seguir aprendiendo”, afirmó.
Finalmente, el P. Julián Carrón deseó a los miembros de CL que “vivan esta circunstancia como una ocasión de crecimiento en su autoconciencia eclesial, para poder seguir testimoniando la gracia del carisma dado por el Espíritu Santo a don Giussani, que hace de Cristo una presencia real, persuasiva y decisiva, que nos ha embestido y arrastrado a un flujo de vida nueva, para nosotros y para el mundo entero”.
Comisario para los Memores DominiPreviamente, el Papa Francisco nombró en septiembre de 2021 delegado especial para que supervise la Asociación de los Memores Domini, los laicos consagrados de Comunión y Liberación, al Arzobispo de Taranto (Italia), Mons. Filippo Santoro, cargo que asumió “temporalmente, ad nutum de la Sede Apostólica, con plenos poderes, el gobierno de la Asociación, para salvaguardar su carisma y preservar la unidad de sus miembros”.
Además, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida confirmó al P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., como “asistente pontificio para los asuntos canónicos relacionados con la Asociación”, cargo que desarrolla desde julio de 2020.
El P. Ghirlanda fue nombrado con un decreto del 26 de junio de 2020. Este señala que debe velar para que en los Memores Domini “haya una clara separación entre el ámbito de gobierno de la Asociación y el ámbito de la conciencia de sus miembros” y exista “una real representatividad de los órganos de gobierno de la Asociación”. El sacerdote jesuita ha acompañado previamente otras realidades eclesiales, como fue el caso del Regnum Christi de los Legionarios de Cristo y al Sodalicio de Vida Cristiana en sus procesos de revisión de estatutos.
En 2015, el Papa Francisco recibió en el Vaticano a los miembros de Comunión y Liberación. En aquella ocasión, el Santo Padre advirtió sobre el peligro de caer en “mil trampas que nos presenta la complacencia autorreferencial, el mirarnos en el espejo que nos lleva a desorientarnos y a transformarnos en meros empresarios de una ong”.
Asimismo, el Papa dijo que “la herencia que les ha dejado don Giussani no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisiones tomadas, de normas de conducta” sino que los animó a “mantener vivo el fuego de la memoria del primer encuentro y ser libres”.
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