Mos. Stegmeier envía mensaje de bienvenida al nuevo Obispo de Temuco

Hermanas y hermanos en Jesucristo:

Desde esta columna y en nombre de toda la Diócesis de Villarrica, damos la más cordial bienvenida a Monseñor Héctor Vargas, quien asume como nuevo obispo de la Diócesis de San José de Temuco el 6 de julio de 2013, en una Misa que se celebrará a las 11.00 horas en la catedral. A ella están invitados muy especialmente los fieles de Temuco.


Pero, también nosotros nos sentimos motivados a participar por la vecindad geográfica, las realidades y desafíos comunes a la zona de La Araucanía, la pertenencia a la misma provincia eclesiástica y, sobre todo, la conciencia de estar todos involucrados en el mismo mandato misionero de Jesucristo dado a su Iglesia: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mt 28,19-20).


La importancia de los obispos en una diócesis no viene dada por sus cualidades personales, sino porque, por la consagración episcopal, se hacen miembros del colegio episcopal y así “los obispos han sucedido, por institución divina, a los Apóstoles como pastores de la Iglesia, de modo que quien los escucha, escucha a Cristo, y quien los desprecia, desprecia a Cristo y a quien le envió (ver Lc 10,16)” (CONCILIO VATICANO II, Constitución dogmática “Lumen gentium”, 22).


El obispo, por ser sucesor de los Apóstoles, tiene como principales tareas enseñar, santificar y gobernar. Son ministerios que se deben ejercer siguiendo el ejemplo de Cristo, el Buen Pastor, para el servicio de Dios y de los hermanos, de acuerdo al principio establecido por el Señor: “El que quiera llegar a ser grande entre ustedes, será su servidor, y el que quiera ser el primero entre ustedes, será su esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos”(Mt 20, 26-28).


En esta ocasión le prometemos a Mons. Héctor Vargas el mejor regalo que un cristiano puede dar: la oración. Sabemos que su tarea será exigente y tendrá que enfrentar muchas dificultades y quizá llevar una pesada cruz. Es por ello que desde que se supo de su nombramiento de parte del Papa Francisco para pastorear a los fieles de Temuco, hemos pedido al Señor que lo acompañe con su sabiduría, fortaleza, alegría y paz.


También queremos agradecer el servicio episcopal de Mons. Manuel Camilo Vial, quien desde el año 2001 estuvo al frente de la Diócesis de Temuco. Pedimos a Dios que lo colme de bendiciones en esta nueva etapa de su vida.


Fuente: Comunicaciones Villarrica



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