El gimnasio del Colegio Santa Isabel, repleto de peregrinos; más de tres mil bailando, cantando y repitiendo Jesucristo. “Somos millones los jóvenes católicos, este es un verdadero mundial de la fe”, expresaba David Soto de Rancagua, emocionado al presenciar cómo todas esas personas eran también creyentes.
Jugando de local, los caricocas Natacha e Ivo dicen que es un regalo compartir con distintas culturas, “es una experiencia muy linda, los chilenos son simpáticos y los americanos muy cálidos” y “ las francesas linda”, agrega Ivo.
Luego de este momento festivo, los asistentes se divideron por grupos y participaron de diversas actividades. Tenían la posibilidad de aprender a bailar samba, danza callejera, capoeira, jugar fúbol o pintar, mientras estrechaban lazos de amistad sin importar su procedencia. “El mundo es mucho más grande de lo que uno cree”, decía Cristóbal peregrino de Santiago, mientras intentaba bailar samba.
Natalia García está cansada, viajó 5 días en bus desde Constitución, pero participa muy activamente de esta semana de misión: “Conocer gente de distintos países, es una experiencia muy gratificante. Este viaje que hemos realizado con 90 jóvenes de mi ciudad, nunca lo olvidaremos”.
Qué le dirías al Papa Francisco
La Jornada Mundial de la Juventud es una invitación personal que hace el Santo Padre a los jóvenes del planeta. Le preguntamos a algunos de ellos, que si tuvieran la oportunidad de hablar con el Papa que le dirían:
David Soto, 18 años de Rancagua, le díría “Gracia por darme el mensaje que Cristo pone en su boca”. Valentina le pediría un consejo: “cómo fortalecer la fe”. Mientras que Francisca, de tan sólo 16 años, decidió venir a este encuentro cuando escuchó al Papa Francisco decir que le devolvería la Iglesia a los pobres, “esa frase me marcó mucho y dije no puedo faltar a esta jornada”.
Crstóbal sería más directo y le preguntaría ¿Qué se siente ser Papa? y ¿Qué le parece la violencia en el mundo?. Natalia de Costitución ¿Qué espera de los jóvenes del mundo?
Durante este viernes 19 de julio, los más de 800 chilenos que están en Petrópolis, comenzarán su jornada con una Eucaristía en la parroquia El Rosario. Luego, los peregrinos saldrán a visitar casas, misionando por lugares périfericos de la ciudad imperial.
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