Obispos llaman a los laicos a “refundar” Venezuela en el bicentenario de su independencia

, 24 Jun. 21 (ACI Prensa).- Con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de Venezuela, los obispos alentaron a la población a unirse a la “tarea irrenunciable” de “refundar” el país para que “predomine la justicia, la equidad, la fraternidad, la solidaridad, la unidad y la paz”.

En su mensaje titulado “A Ustedes, misericordia, paz y amor abundantes”, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) recordó que este 24 de junio se cumplen 200 años de la Batalla de Carabobo “que selló la Independencia de Venezuela”.

En ese sentido, invitaron a los ciudadanos a no reducir la conmemoración “a simples actos protocolares, adornados con monumentos recordatorios que quedan plasmados en la frialdad del mármol”, sino ir más allá de los “relatos y crónicas” para hacer una “seria revisión de vida” sobre lo que significó la “gesta independentista y acerca de los desafíos de cara al futuro”.

Señalaron que su independencia el 5 de julio de 1811 “muestra la consolidación de la voluntad de hacer de Venezuela una Nación libre y soberana”, cuya “vida republicana, con sus luces y sombras, desembocó en la experiencia ciudadana de la democracia”.

“La gesta libertaria de los próceres y la sangre de numerosos venezolanos abrieron las puertas de la nacionalidad”, e inspiró a muchos a “diseñar los elementos constitutivos de la venezolanidad” y lograr que la nación sea reconocida como “independiente”, dijeron.

Recordaron que Dios estuvo presente a través de la Iglesia, que “no pasó desapercibida ni se aisló”, sino que contribuyó de forma “decidida” anunciando el Evangelio. Destacaron a católicos como Juan Germán Roscio, Fermín Toro, Cecilio Acosta y el Beato José Gregorio Hernández, que con su ejemplo y aporte contribuyeron a “la edificación de la Patria”.

Los obispos dijeron que “el principal legado” de la independencia para los venezolanos “es la vocación libertaria recibida” para responder “en todo momento con un compromiso que permita seguir adelante y vencer las batallas que las circunstancias puedan generar en el país”.

“Otro legado es la conciencia de ser un pueblo capaz de construir su devenir y fortalecer su sentido de pertenencia, aún en medio de las dificultades”, dijeron y los llamaron a participar de forma equitativa “en el respeto a la soberanía nacional” y “en la construcción de la sociedad”.

Los obispos dijeron que el país atraviesa “una profunda crisis que crea desconsuelo y desaliento” y  explicaron que se debe a “la paulatina implantación de un sistema totalitario propuesto como ‘Estado comunal’”, que “busca poner al margen el protagonismo del pueblo, verdadero y único sujeto social de su propia existencia como Nación”.

Alertaron que “las principales instituciones de la vida ciudadana están siendo golpeadas a tal punto que se pretende imponer una nueva visión y un modelo diverso al de la democracia participativa y protagónica propuesto en la Constitución”.

Señalaron que la pobreza ha crecido en “todos los sectores del país y la hiperinflación unida a la casi desaparición de nuestro signo monetario hacen perder la capacidad de los venezolanos para producir, adquirir y sostenerse dignamente”. Además, expresaron su preocupación por el aumento de migrantes que van a “países hermanos” a buscar “mejores condiciones de vida”.

Dijeron que el pueblo es sometido a la opresión y “sufre y clama por justicia, atención, acompañamiento y libertad”, y que la Iglesia “hace suyo ese dolor” y “por fidelidad a Jesucristo” se compromete por su “liberación integral”. La Iglesia, “con la fuerza de la Palabra de Dios anuncia la urgencia de un cambio radical donde participen todos sin intereses particulares”, señalaron.

En ese sentido, convocaron a todos “sus miembros, laicos, religiosos, diáconos, presbíteros y obispos, para hacer sentir la enseñanza de Pablo: ‘Para esto nos liberó Cristo. Manténganse firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud’”

Además, animaron a los ciudadanos a mirar al futuro no a la espera de “nuevos mesianismos”, ni “con resignación fatalista”, sino con la misión de “vencer todas las Batallas que sean necesarias” para reforzar, redimensionar y “defender la auténtica Independencia”.

Entre ellas, destacaron “la Batalla por una Independencia en el campo de la salud para resolver la crisis de la pandemia” del COVID-19 agravada por “el gran deterioro de los servicios públicos”; y que “exige la determinación de un plan de vacunación para toda la población”.

También, “la Batalla por la Educación”, que promueva “valores éticos y ciudadanos” para promover el “humanismo integral”; y la “Batalla por la democracia, el estilo propio y fecundo de nacionalidad entre los venezolanos”.

Los obispos dijeron que cuentan con “el compromiso de la Iglesia” en esta tarea, que “conlleva promover la conciencia del protagonismo de todos los miembros del pueblo venezolano”, que incluye  a “los dirigentes políticos, del oficialismo y de la oposición”.

Se dirigieron a la clase política y recordaron que el Papa Francisco “propone en su encíclica “Fratelli Tutti” a “hacer ‘la mejor política’”, que no es estar “sobre el pueblo”, ni solo estar tras “la búsqueda de acuerdos que sólo les favorezca”, sino escuchar “el clamor de la gente” y favorecer su “dignificación y su vida en libertad, con el acceso equitativo a todos los bienes de la tierra”.

Los obispos resolvieron que “las consecuencias de malas prácticas políticas de los últimos años plantean la urgente necesidad de ‘refundar la nación’ […] la tarea que nos concierne hoy y de cara al futuro es rehacer Venezuela […]. La herencia recibida nos permite […] construir la Venezuela […] donde predomine la justicia, la equidad, la fraternidad, la solidaridad, la unidad y la paz”.

Ofrecieron “su acompañamiento a partir de la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia” y convocaron a los laicos “a que no escatimen esfuerzos y sean los principales colaboradores en esta tarea que encontramos ante nuestros ojos”, y afirmaron que “los pastores no sólo acompañarán”, sino “animarán este proceso de refundación de Venezuela”.

“Ciertamente es una tarea con características políticas, pero no partidistas ni al servicio de ideología política alguna. Desde la llamada de Dios, la Iglesia participará en esta tarea con la conciencia de seguir realizando la ‘nueva creación’ con la cual se haga presente en Venezuela la liberación plena inaugurada y querida por el Señor Jesús”, subrayaron.

Finalmente, agradecieron a Dios “por su presencia amorosa en Venezuela” y pidieron que el 24 de junio “todos los templos del país repiquen las campanas, se celebre la Eucaristía y se renueve la consagración de la patria a Jesús Sacramentado, pidiéndole que nos libere de todas las insidias del maligno. Será la mejor y más hermosa manera de celebrar el Bicentenario de Carabobo”.

“[…] invitamos a todos a participar en la hermosa y apasionante tarea de mantener viva la herencia que nos dejaron los padres de la Patria y, así entonces, dar el paso necesario e impostergable de refundar a Venezuela, con los criterios de la ciudadanía e iluminados por los principios del Evangelio. En esta tarea nos acompaña la maternal protección de María de Coromoto y la intercesión del Beato José Gregorio Hernández”, concluyeron.


 

 

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