“En los hermanos que están cumpliendo alguna condena, vemos el rostro de Cristo, en la necesidad de atención, de amor, caridad y aceptación, por eso hoy es una gran alegría concluir las actividades del Mes de la Solidaridad; sin embargo esa solidaridad no concluye ahora”, destacó el pastor diocesano, reiterando el llamado a la comunidad de “asumir una cultura de la solidaridad durante todo el año”.
Para Óscar Mateluna, quien cumple una condena de 4 años, el contar ahora con una capilla “es algo muy bueno, porque podremos reflexionar, estar con el Espíritu Santo y renovar nuestras fuerzas estando aquí privados de libertad. El buscar a Dios, es una decisión personal y ahora tenemos el espacio para hacerlo”, apuntó.
Por su parte, Padre Renato Toro, destacó la importancia de haber recuperado este recinto de oración que “tuvo un costo de 300 mil pesos aportados por Caritas Chile, y que gracias a la gestión del Dpto. de Acción Fraterna del Obispado de Chillán, nos permitirá reunirnos, apoyar en la formación espiritual, entregar los sacramentos y celebrar la eucaristía”, señaló el Coordinador de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis.
El encuentro que permitió al obispo tener un contacto directo con los internos, se enmarcó en las diversas acciones que la Iglesia emprendió durante agosto bajo el slogan diocesano “Que no te corrompa la indiferencia”, para ir en favor de los más necesitados. La más reciente, y junto a instituciones de voluntariado, fue la celebración del Día Nacional de la Solidaridad el pasado 18 de agosto. A esta se suman la cena solidaria que el personal del Obispado ofreció a personas en situación de calle que pernoctan en la Hospedería Municipal; una visita a quienes también duermen en la Hospedería del Hogar de Cristo; y el Foro Panel “Iglesia y Dignidad en el Trabajo Humano”, que reunió a candidatos al parlamento y dirigentes sindicales de la zona.
Además de las actividades que el obispo estuvo encabezado durante el Mes de la Solidaridad, diversas campañas de recolección se han implementado en toda la diócesis; como la de alimentos, dirigida a las familias más pobres, y que están siendo impulsadas por los Comités de Acción Fraterna en cada parroquia; la de carbón o leña, que busca brindar apoyo a quienes no tienen muchos recursos para calefacción en esta parte final del invierno, la que ha sido emprendida a nivel de los equipos de pastoral juvenil de las parroquias y colegios; y la de ropa de abrigo, ropa interior, y útiles de aseo para internos de las cárceles de la provincia y personas en situación de calle, que se ha promovido a nivel de los distintos ambientes pastorales.
Fuente: Comunicaciones Chillán
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