Al mediodía, jóvenes que se prepararon en el templo y en las capillas, realizaron su primera comunión, acompañados por familiares y amigos que manifestaron su emoción y alegría durante la ceremonia.
En la tarde, el grupo parroquial Servidores de María renovó su consagración a la Virgen. Dicho grupo se reúne cada quince días, el primer y tercer sábado de cada mes, para compartir lecturas que les permiten adentrarse en la devoción Mariana y estudiar el Evangelio. Asimismo, participa de la vida parroquial ocupándose de tareas de servicio, de acuerdo con las necesidades que se presenten. Destaca entre éstas la ornamentación de la imagen de la Virgen para las fiestas en su nombre.
En ambos oficios, el párroco José Antonio Atucha Abad llamó a los fieles a inspirarse en el ejemplo de María, para servir silenciosa, pero decididamente, y contribuir a la construcción de “una sociedad más justa”.
El sacerdote manifestó que “la Virgen es nuestra embajadora en el cielo y lo que hace es ayudarnos”. De allí que instó a encomendarse a ella y pedirle su bendición siempre.
Al término de la misa, niños, jóvenes y adultos mayores se acercaron a la imagen de María especialmente ornamentada para la ocasión, y oraron ante ella.
Por su parte, el grupo Servidores de María, cuya creadora y guía es Graciela Escárate, y que coordina María René Galleguillos, se reunió en un té de camaradería, del que participaron el párroco y su madre, Elvira Abad, catequista y de reconocida devoción mariana.
Fuente: Sandra Pizarro, Comunicadora Parroquia Sagrado Corazón de Jesús – Comunicaciones de Valparaíso
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