A esto ahora se suma el ataque anunciado por USA y que ha provocado pánico, desesperación, tristeza, impotencia, en los que vivimos en esta tierra. Para Dios no hay nada imposible, por eso les quiero pedir con humildad e insistencia que recen para que no se concreticen las amenazas de ataque que empeorarán aún mas la situación y sin imaginar lo que eso pueda significar para miles y miles de seres humanos inocentes.
Estamos luchando para no perder la esperanza que nos quieren robar con noticias y rumores que siembran tanto dolor y ansia en un pueblo que sigue viviendo un largo Viernes Santo sin ver aún el alba de la Resurrección. Recen por favor, hagan rezar a los niños, a los ancianos, a los jóvenes, recen para que haya paz y no guerra.
Gracias por lo que puedan hacer desde allá, Chile, mi tierra, a la que tanto amo y de la que me siento orgulloso de tener por patria, aunque ahora esta Damasco sea mi casa, mi gente, mi tierra.
Dios los bendiga y la Virgen los cuide con ternura.
P. Gabriel Ulloa, OFM
Sacerdote
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