En la ordenación estuvieron presente numerosos fieles venidos de todas las comunidades en las que Pablo había prestado algún servicio pastoral. También estaban los sacerdotes del clero de Chillán y varios presbíteros de Concepción, además de sus compañeros seminaristas y por supuesto, su familia.
“Es algo maravilloso. Estoy muy emocionada. Mi hijo siempre se destacó por ayudar a los demás al punto que no se apropiaba de nada. Siempre quiso entregar y por eso yo sabía que llegaría este momento”, confesó Teresa Valdés, madre del ahora diácono.
Al término de la celebración el nuevo Diácono compartió el lema para su ministerio: "Los caminos de Dios son misteriosos, pero son maravillosos", y aprovechó de saludar a los seminaristas, formadores, profesores y ex compañeros. En ese contexto recordó el Seminario Metropolitano de Concepción, su casa de formación que lo cobijó durante 8 años y envió un saludo a los actuales seminaristas.
"No dejen de confiar en el Señor. El Señor toma nuestras vidas y hace maravillas. Por sobre todas las cosas en el seminario profundicemos esa amistad que tenemos que tener con el Señor porque si no lo hacemos desde el seminario, más tarde no lo vamos a hacer y nuestra vocación se puede perder. Solamente les pido que recen por mí y que recen por su propia vocación y su fidelidad", concluyó el joven diácono, oriundo de San Carlos, quien el próximo 23 de septiembre cumplirá 28 años.
Fuente: Comunicaciones Chillán
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