En una declaración escrita dada a conocer este domingo 25 de agosto, la Diócesis afirma que el "mal mayor es aquel que se ha inferido a personas menores de edad" y por ello "compromete las acciones necesarias y adecuadas para, en la medida de lo posible, subsanar el mal causado por un ministro de la Iglesia y expresa su determinación de prestar a las victimas su pleno apoyo, estando siempre abierta a ofrecer toda la ayuda espiritual y psicológica que se requiera y que es de plena justicia entregar".
La Diócesis de Villarrica acató "plena y absolutamente" la resolución de los Tribunales de Justicia y reiteró su compromisó de colaboración con ellos. "Desde el inicio de la investigación, la Iglesia diocesana prestó su plena colaboración en el proceso penal, de acuerdo a la legislación vigente. Si bien el mismo tribunal que sustanció la causa eximió al Obispo diocesano de presentarse como testigo, en conformidad a lo que establece la ley; en toda circunstancia el Obispo y la Diócesis de Villarrica han tenido y seguirán teniendo una permanente disposición con el propósito del esclarecimiento de los hechos".
Precisa también la nota que el Obispo instruyó la realización de la investigación canónica previa en este caso, "desde el mismo instante que se tuvo indicios de algún posible delito de abuso a menores de edad, por parte del Pbro. Orlando Rogel Pinuer", y los resultados de dicha investigación canónica fueron enviados oportunamente a la Santa Sede.
La diócesis, además de comprometer su ayuda al esclarecimiento de la verdad y el establecimiento de la justicia, se une a los esfuerzos de la Iglesia y otras instituciones "para prevenir la ocurrencia de nuevas agresiones contra niños y jóvenes. La prevención de abusos es tarea de todos en la sociedad chilena".
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Fuente: Comunicaciones Villarrica
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