En su homilía, el Obispo invitó a la asamblea a descubrir e imitar las cualidades de la Virgen María, para aplicarlas en sus vidas cotidianas. Mencionó la disponibilidad de María a los planes de Dios, su fidelidad y espíritu de servicio. También su sencillez, su dignidad de mujer y su amor a su Hijo y a la comunidad creyente, “de la cual ella es miembro eminente” dijo el Obispo, y añadió que “en este Año de la Fe, María es un modelo de fe, al servicio de la salvación”.
Sobre la Asunción de María, el Obispo explicó que “María muere pero resucita gloriosa por el poder de su Hijo, y es llevada hermosa y gloriosa al Cielo”.
Al finalizar la eucaristía, los jefes de bailes rindieron homenaje a la imagen de Nuestra Señora del Tránsito.
Después de la misa comenzó la tradicional procesión de los bailes religiosos, que recorrió la calle principal de la localidad y sus alrededores.
Esta fiesta fue también la oportunidad de bendecir e inaugurar las dos campanas nuevas del templo, una con el nombre de Juan Pablo II y la otra, con el de Benedicto XVI.
Fuente: Comunicaciones Copiapó
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