"Nuestra vida tiene toda una dimensión interna y de interioridad indispensables. La vida comunitaria es un rasgo esencial de nuestra vocación y debemos vivirla bien, darle tiempo y creatividad. Como también son esenciales la oración, la formación permanente, el estudio, etc. Todo esto nos ayuda a centrar nuestra vida en el Señor y en su evangelio", señala en su mensaje el padre Sergio.
Y luego continúa: "Sin embargo, el encierro nos amenaza por varios lados. A veces, por miedo a los desafíos que nos plantea una cultura en cambio y lejana aparentemente a los valores religiosos. Otras, porque estamos copados por trabajo administrativo e incluso pastoral, útil sin duda, pero no siempre abierto a nuevos dinamismos y sujetos. Y no pocas veces, el encierro nos viene por estar viviendo procesos personales y/o congregacionales posiblemente necesarios y bien intencionados, pero que nos pueden ahogar y no producen siempre los frutos evangélicos esperados".
En este sentido, el presidente de Conferre señala que los diversos procesos de reestructuración y otros ejercicios de planificación y discernimiento no los han liberado suficientemente las energías para servir más plenamente al reino de Dios.
Eucaristía en la cárcel de mujeres
Un momento central de la semana de la vida religiosa es la eucaristía del 15 de agosto, a las 10:30 horas que se celebrará en la cárcel de mujeres de Santiago. Será presidida por Mons. Ricardo Ezzati y el lugar elegido quiere ser un signo del anhelo de caminar más estrechamente junto a los hermanos postergados y sufrientes.
Fuente: Conferre

Publicar un comentario