Retiros de Conversión celebró 18 años, en parroquia El Señor de Renca

Al templo llegaron comunidades de diversas parroquias de Santiago para dar gracias a Dios por este don y testimoniar con su presencia los cambios producidos en sus vidas. El párroco, padre Patricio Narváez, expresó que Retiros de Conversión, “sin duda hace un trabajo precioso. El movimiento está abierto a todo tipo de personas, convivientes, ex presidiarios, incluso a muchos indigentes del sector parroquial, los cuales salen de la calle, se bañan, reciben ropa y participan en los retiros, tras lo cual varios han dejado el alcoholismo, por ejemplo, y se han rehabilitado”.

Descubrir el amor de Dios

Lídice Pino, de la directiva nacional del movimiento, explica que “nosotros vamos donde la Iglesia no llega, sobre todo a los más desvalidos, drogadictos, personas con problemas de violencia intra familiar, y los invitamos a un retiro todo un fin de semana, de viernes a domingo”. En ese retiro, señala, “lo principal es descubrir el amor de Dios en cada uno de nosotros. Después, los invitamos a integrarse alguna comunidad nuestra, de las cuales hay 50 en todo el país”. En la parroquia El Señor de Renca hay cuatro comunidades, una en la sede parroquial y las otras en capillas. “En lo personal, confiesa Lídice, este movimiento me ha servido de mucho, especialmente para el crecimiento espiritual. Yo participo con mi esposo y nuestros tres hijos”.

Antes de comenzar la misa, el padre Alfonso Fonseca, asesor del movimiento, agradeció la presencia del Arzobispo de Santiago en esta celebración, al párroco y la comunidad por la acogida que les han brindado en estos 18 años. También expresó su recuerdo al padre “Pepe” Valdés, fundador del movimiento.

Monseñor Ricardo Ezzati saludó a todos los miembros de Retiros de Conversión y recordó que siendo obispo auxiliar de Santiago conoció este movimiento “y experimenté yo mismo lo que significa esta gracia de Dios para la vida de muchos hermanos y hermanas. Aprendí a valorar inmensamente esta experiencia. Y en estos dos años y medio como Arzobispo de Santiago en muchas comunidades he encontrado la presencia de los Retiros de Conversión, como una gracia especial para muchos que a través de esta experiencia se han encontrado con Jesucristo, con la propia verdad y con una comunidad de fe de la Iglesia, que los ha acogido y en la cual pueden vivir de verdad su proceso de conversión al Señor”. Agregó que los miembros de este movimiento quieren hacer partícipes de estas bendiciones “a tantos otros hermanos que necesitan de este don maravilloso de encontrarse con el amor y la misericordia de Dios”.

Ser valientes para proclamar a Jesucristo

En su homilía, monseñor Ezzati señaló también que “cuando perdemos de vista a Jesucristo, el Señor, perdemos de vista el sentido de nuestra vida de discípulos, de misioneros. Somos cristianos, y cristiano es aquel que hace de la vida de Cristo su propia vida, en la historia de todos los días”. Luego, el pastor indicó que la figura del profeta Jeremías aparece en la liturgia de este domingo perseguido, “porque lo que anuncia, que es Palabra de Dios, no les gustaba a los hombres, no les gustaba a los poderosos de su época. Y buscaban acallarlo. Lo quisieron matar porque les era incómodo”. Como pasó con Jesucristo, expresó, y como sucede con la Iglesia hoy en el mundo, “que como nunca en la historia está sufriendo persecuciones de diversos tipos”. Aunque, precisó, “nosotros todavía no hemos resistido al demonio hasta entregar nuestra sangre por el Señor, y por eso, muchas veces, nuestro testimonio sigue siendo frágil”. El Arzobispo de Santiago recordó que “la persecución, ser criticados, ser mirados en menos por nuestra fe es un signo de autenticidad de nuestra fe. ¡Ay de nosotros! ¡Ay de nuestra Iglesia si todo el mundo nos aplaudiera! Porque el mensaje de Jesús no suscita aplausos, es un mensaje de entrega, que invita a superar todo egoísmo, toda envidia”.

Finalmente, el pastor invitó a los presentes, y especialmente a los miembros de Retiros de Conversión, a ser “valientes para proclamar que en Jesucristo han encontrado la vida verdadera”.

Alejandro Venegas, casado hace 31 años, cuatro hijos, que participa en estas comunidades desde 2001, en Puente Alto, afirmó que “este movimiento cambió mi vida. Yo he sido siempre de Iglesia, pero los Retiros de Conversión cambiaron mi visión de lo que es el matrimonio, la relación con la esposa, con los hijos, es decir, la relación padre-hijo; con los sacramentos. También mi compromiso con la sociedad, con la realidad nacional e internacional. Aquí conocí al Cristo verdadero”.

Terminada la misa, los integrantes de Retiros de Conversión compartieron una cena para compartir la gratitud y alegría por este don recibido en la Iglesia.

Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl