Y es que una nueva tarea pastoral, en tiempos de verano europeo, tiene a este grupo de jóvenes comprometido con esta misión ad gentes que los invita a salir fuera de su territorio, dispuestos a servir a los hermanos de otras latitudes. Si anteriormente fue Honduras y Perú, ahora la misión continúa en Chile y más precisamente en la Araucanía Lacustre. Repitiendo la experiencia de la delegación que el año pasado llegó por estas mismas fechas a Villarrica con la voluntad de compartir y ayudar a la población local.
Con respecto, a esta tradición pastoral para los ibéricos, el Padre Javier señaló que “la idea de las misiones ve la necesidad de lo que el Papa Francisco ha dicho estos días en Rio de Janeiro al culminar la JMJ: Que los jóvenes salgan y se encuentren en su Iglesia. Y por otro lado el seminario diocesano ve la necesidad es también de una experiencia misionera para completar la formación sacerdotal”.
Este 2013 la delegación de jóvenes está compuesta por seminaristas de quinto año de formación: Andrés Castellano, Daniel Rojo, Javier Zaera, José Manuel Ramos y Javier Merino. Acompañados por su formador, el Padre Javier.
En este camino de descubrir nuevas realidades de cómo se vive la fe en distintas latitudes, algo que ha sorprendido a los jóvenes es ver a esta Iglesia del sur con tanta necesidad de buscar a Dios. Así lo señaló, el seminarista Andrés Castellano (22) al relatar lo vivido en estas primeras semanas de misión. “Algo que a mí me impacta más es ver a la gente que busca a Dios donde no puede llegar sacerdote y cómo esa necesidad les hace mover y organizarse. Me impresiona ver a esos laicos que se mueven y me anima a buscar a esos que no se mueven”.
Una de las diferencias más marcadas entre las diócesis de Getafe y Villarrica es justamente las distancias entre las comunidades urbanas y rurales. Parte del itinerario de los jóvenes ha sido llevar el evangelio y la compañía espiritual a las comunidades del campo en Chaura, Milleuco y Molco bajo. Además, de visitar a las comunidades indígenas durante los fines de semana.
Andrés agrega que, “en nuestra diócesis –de Getafe- como los núcleos urbanos están muy concentrados, la gente que quiere buscar a Dios es muy sencillo se acercan a la parroquia. Acá la población es mucho más dispersa, está la ciudad y las comunidades rurales… Me edifica mucho ver esos fieles, a los ministros de comunión que ayudan a sus comunidades, como buscan al Señor”.
Para Daniel Rojo (31) “compartir la fe con la etnia mapuche es algo que para un europeo o un español como nosotros. Es algo muy diferente a lo que tenemos costumbre nosotros. Nos puede parecer muy exótico. Pero, también ve los puntos de convergencia con la fe cristiana; que son comunidades que se sienten acogidas por la Madre Iglesia, que se sienten integrados en la fe que compartimos todos los católicos”.
Dentro de las actividades que seguirán realizando los jóvenes en su estadía en la Araucanía lacustre se cuenta la visita permanente a recintos carcelarios, llevar el evangelio a los hospitales, colaborar diariamente en los comedores solidarios de la Parroquia San Francisco de Asís y en el Hogar Apostolado de la Divina Misericordia, trabajos reconstrucción de la capilla del sector San Alberto Hurtado de Los Volcanes y seguir en la misión puerta a puerta en el sector de Todos Los Santos.
Sobre esta oportunidad de compartir con los vecinos del barrio, el seminarista Javier Zaera (22) se sorprende por la acogida y el agradecimiento que expresan los fieles de la comuna. “Yo creo que en Europa, se ha colado una mentalidad poco transparente, es difícil acercarse a una persona del modo como lo hacemos aquí. Yo creo muy difícil ir a una casa española y que ellos mismos te hagan pasar y que en cuestión de minutos estés hablando de un tema bastante trascendental. Aquí la sencillez de corazón, la que nos pide Jesús en el Evangelio hace que nos abran las puertas de par en par de su casa y de su corazón”.
“Nosotros sabemos que el tiempo que estamos es muy limitado y lo que podemos hacer es poco. Pero, ese poquito que podemos hacer el Señor lo puede multiplicar muchísimo y eso es lo que esperamos” finalizó el Padre Javier. El trabajo pastoral seguirá concentrado en Todos los Santos y desde ya invitan a toda la comunidad a sumarse a las actividades mencionadas y a la Eucaristía de los viernes en la Capilla San Pedro del sector, programada a las 19.00 horas. Seguiremos atentos a la visita de nuestros hermanos españoles y la huella que están dejando en la población villarricense.
Fuente: Comunicaciones Villarrica
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