Durante la misa llevada a cabo en la histórica Iglesia de San Agustín se realizó el ritual. Primero ambos candidatos a diácono fueron presentados ante Monseñor Ezzati por el padre provincial de la Orden de San Agustín en Chile, Ernesto Catalán, quien dio fe de que eran dignos de serlo.
El Arzobispo les dijo: La liturgia de ordenación es una invitación a sumergirse en el misterio de la fe y les recalcó: “El diaconado no se trata de poder y privilegio, sino que de permitir que el Señor cree en ustedes y por medio de ustedes. “No podrán hablar de Dios si no hablan con Él… busquen, cultiven la vida con Dios”.
Otros momentos solemnes fueron cuando Samuel y Bladimir se postraron en el suelo ante el altar para pedir fuerza y protección para ejercer los ministerio que la Iglesia les confía. También cuando Monseñor Ezzati impuso sus manos sobre cada uno de ellos y pidió a Dios que se les concediera el don del Espíritu Santo para que desempeñen con fidelidad su labor.
El pastor les dijo: “No tengan miedo de subirse al carro de la vida de los hombres de hoy. Considérense peregrinos a ir dispuestos donde el Señor los envíe. El diaconado es parte del servicio que Dios quiere prestarle a los hombres de hoy con su cercanía, su bondad y su misericordia”
Luego fueron revestidos por sus compañeros y recibieron el Evangelio. Después de eso Monseñor Ezzati los presentó a los asistentes a quienes invitó a acompañarlos. “La vida de ellos quiere estar al servicio del crecimiento. Que Dios los bendiga y que siempre cuenten con la ayuda y el afecto de la comunidad”, expresó.
El provincial de la Orden de San Agustín en Chile también manifestó; “Como agustinos esto es un regalo de Dios tanto para nosotros como para la Iglesia. Como orden en Chile a través de estos hermanos vamos a poder seguir realizando nuestro servicio”
Acompañados en su caminar
Los nuevos diáconos recibieron el cariño de quienes participaron de este momento. Estuvieron presentes sus familias venidas desde San Pedro de la Paz, en el caso de Samuel y de Bolivia en el de Bladimir. También de las comunidades en que ellos han participado en su proceso de formación entre ellas de La Serena y de San Fernando . De esta última ciudad viajaron más de 100 personas.
Después de concluir la misa ambos nuevos diáconos y futuros sacerdotes manifestaron su alegría y agradecimiento por recibir este don de Dios.
Bladimir Mendivil compartió que ser agustino fue una cosa del Señor. “Llegué por casualidades de la vida, conocí a un sacerdote en una parroquia y él me encaminó a la vida religiosa como agustino. El ser ordenado hoy diácono es un don de Dios para el servicio de su pueblo, que implica fidelidad y más humildad. El mundo de hoy exige y necesita de nosotros para el servicio del Dios”.
Samuel Jara destacó: “El Señor propicia nuestras vocaciones y también nos ayuda a llevarlas a cabo. Tenemos que hacernos conscientes de lo que somos, ministros y como ministros servir con humildad y a todos sin discriminación. Como dice el Papa Francisco donde estemos dar testimonio del Señor y de su presencia en nuestras vidas. Eso significa para mí una tarea que voy a hacer con mucho amor y con la Iglesia”.
Para él su vocación es un regalo del Señor. “Mi parroquia en San Pedro de la Paz en Concepción es agustina. Ahí nací y crecí y surgió en mí esta vocación. El Señor me puso ahí y también porque hubo momentos muy significativos de mi vida como cuando mi mamá me consagró siendo niño en un templo de San Agustín, creo que la presencia del Señor siempre estuvo conmigo”.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

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