Al principio la gente de la comunidad tenía sus dudas que un grupo de chicos, “tan lindos y con manos tan suavesitas”, como decían, serían capaces de levantar una capilla. “Muchas veces los chicos conocen las cosas más en teoría que en la práctica, y ahí los ayudé yo, que he trabajado mucho en la construcción”, comentó don Carlos Soto, de la comunidad de Las Coloradas, que trabajó duro en la construcción de su capilla junto a los chicos.
Toda la gente del sector recibió con los brazos abiertos a los 25 chicos, ofreciéndoles dulces y pan. “Es muy bueno que vengan estos chicos, que llenan de vida a la comunidad, porque aquí no viene nadie. Además son chicos muy humildes, pese a que están en la Universidad”, señaló la sra. Orfelia López de la comunidad de Las Coloradas. “Con sus talleres ellos lograron unir a todas las familias de acá, tanto católicas como evangélicas, porque ellos se abrieron a todo el mundo, sin importar su religión”, añadió la sra. Orfelia, refiriéndose a los talleres de ahorro enérgetico y primeros auxilios que realizaron para toda la gente del sector.
“Dios quiso que ustedes estuvieran aquí, en este momento de la vida de esta comunidad y en este momento de la vida personal de cada uno de ustedes. Cada uno sabe el aporte espiritual que esto significará en sus vidas: la semilla quedará germinada en su corazón y tal vez florecerá después”, dijo en la Misa en el sector el Padre Carlos Martínez.
Por eso, la misión fue un enriquecimiento mutuo, tanto de la comunidad, que recibió una agradable visita que les ayudó a levantar su capilla, y también de los propios jóvenes que conocieron una realidad social distinta, y tuvieron una tremenda experiencia de vida y fe.
“Esto no puede quedar solamente en la construcción de la capilla, por lo que hay que seguir trabajando y compartiendo con ustedes. Ya se formó el vínculo y esto es una familia. Esto sirve para ejemplo para los otros movimientos que hay en Valdivia y se puedan acercar a las comunidades más alejadas”, comentó Eduardo Roco del equipo de Trabajo País.
En el mediano plazo se espera que Monseñor Ignacio Ducasse, Obispo de Valdivia, vaya a bendecir la nueva capilla, que recibirá el nombre de “Jesús el Señor”, sellando este hermoso trabajo entre este grupo de jóvenes universitarios y la comunidad de Las Coloradas.
Fuente: Comunicaciones Valdivia
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