Posteriormente, el día lunes 5 en la misma Parroquia, celebraron una liturgia penitencial para luego trasladarse hacia la localidad de Colonia Tres Puentes, distante 15 km. de Puerto Varas, donde se ubica el Monasterio Nuestra Señora de Guadalupe y San José, de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento.
En el lugar los sacerdotes se reunieron en la iglesia del monasterio -la que aún se encuentra en construcción- para concelebrar una Santa Misa en honor a San Juan María Vianney, con la que los asistentes podían obtener indulgencia plenaria. A la eucaristía asistieron, además de la comunidad de monjas adoratrices, integrantes de la Tercera Orden Seglar de Adoradores y laicos voluntarios miembros de la comisión Pro Construcción del Monasterio.
En su homilía, monseñor Caro llamó a los sacerdotes a tomar conciencia del profundo misterio que significa actuar "in persona Christi Capitis", es decir, actuar representando a Cristo Cabeza de la Iglesia: "El Señor quiere acercarse a su pueblo mediante nuestra cercanía, quiere conducir a su pueblo mediante nuestra guía y quiere sanar a su pueblo mediante nuestro ministerio". También recordó parte del reciente mensaje del Papa Francisco, donde llama a la Iglesia a salir a la calle, salir de la propia comodidad. Por lo anterior, el Arzobispo llamó a los sacerdotes a ser más cercanos y "estar donde están las ovejas, conduciendo el rebaño: adelante para guiarlas y mostrarles el camino, en medio para conocer su realidad y sus necesidades y atrás para animar a las que van quedando en el camino".
Además, Monseñor Caro señaló el valioso servicio que prestan los catequistas, sin embargo recordó que no se puede delegar todo a ellos. Citando al Papa indicó que los pastores deben ser los primeros catequistas de la Parroquia, primero mediante una gran cercanía a Dios y también mediante una buena preparación de las homilías: "El Papa nos dijo que la homilía es un punto clave en el ministerio sacerdotal, por lo tanto debe estar bien preparada."
Finalmente, citando el Evangelio, recordó que "la cosecha es abundante y los trabajadores son pocos", "hay hambre de Dios" por lo que es importante no dejar de trabajar por nuevas vocaciones a la vida sacerdotal.
Posterior a la Santa Misa los sacerdotes compartieron un almuerzo en el Monasterio y finalmente recibieron un obsequio de parte de las religiosas, el que fue entregado por Francisco Modinger, presidente de la comisión Pro Construcción, quién agradeció a nombre de las hermanas, la posibilidad de recibir esta visita de todos los sacerdotes junto a su pastor.
Fuente: Comunicaciones Puerto Montt
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